Literatura BDSM El Límite del Placer ( Eve Berlín ) | Page 206
Alec. En su moto. Cruzando el país. O, al menos, hasta la punta más al sur y
hasta México. ¿Cuántos días en la carretera, sobre la moto? ¿Cuántas
oportunidades para que volviera a coger la moto? Jugándosela. Esta vez había
salido indemne. Pero la próxima…
Imágenes de Quinn, con el cuerpo retorcido. Su hermano pequeño. Ella
había sido quien había ido al hospital. Su madre no lo habría podido soportar. Y
había tenido que identificar el cuerpo. Su pobre y precioso cuerpo dañado de
forma irrecuperable. Nunca se podría quitar esa imagen de la cabeza. Ni del
corazón.
Su corazón también había sufrido daños irreparables.
«Nunca más.»
¿Cómo le podía hacer eso? Ahora no. No cuando ella le amaba. Joder, era
demasiado peligroso. Podía perderle.
«De todos modos, lo harías. No ibas a quedarte con él, en realidad. Ahora
que le amas, no. Porque no puedes amar a nadie.»
Se puso una mano en la cabeza, que ahora le dolía.
—¿Dylan? —Había preocupación en la voz de Alec. Ni siquiera podía
mirarle—. ¿Estás bien? ¿No te gusta la comida?
—Yo… no. Estoy bien. Bien.
—No pareces estar bien. Parece que acabas de ver a un fantasma.
«Eso es porque lo he visto.»
Le apartó la mano cuando él intentó hacerle beber un poco de agua.
—¿Qué te parece si te llevo a casa? Dante, quedamos la semana que viene y
acabamos de planificarlo.
—Sí, perfecto. Dylan, lamento mucho que no te encuentres bien. Ha sido un
placer. Nos volveremos a ver, estoy seguro.
—Sí. Lo siento mucho.
Ella hizo un gesto con la cabeza. No sabía qué decir.
Siguió a Alec en silencio mientras él la guiaba a través del restaurante, cogió
su abrigo y se lo puso encima de los hombros. No dijo nada mientras cruzaban la
calle y él la acomodaba en el asiento del acompañante de su coche. Él se mostraba
tan caballeroso como siempre, preocupado, cosa que hacía que el corazón le
doliera todavía más.