Literatura BDSM El Límite del Placer ( Eve Berlín ) | Page 149

Oírle decir aquello le hacía sentir mejor de lo que había imaginado. Que la apoyara de ese modo. Dylan le apretó la mano. No conocía otra forma de expresarle la extraña gratitud que sentía. —Así pues, te has pasado todo la vida ocupándote de todo —afirmó él. —Sí. —Y estando sola. ¿Por qué, de repente, tenía ganas de llorar? Contuvo las lágrimas que se asomaban a sus ojos. —Maldita sea —repuso ella, sin alterarse. —Eh, no pasa nada. —¿De verdad? Alec la sostuvo más fuerte y ella tuvo que hacer un esfuerzo para no apartarse de él. La consolaba. Él la consolaba. Pero ella no quería permitírselo. Había afrontado la vida toda sola durante mucho tiempo. Si se permitía acostumbrarse a eso, ¿qué haría cuando él se fuera, cosa que inevitablemente sucedería? —No me tienes que contar nada más ahora, Dylan. Tengo la sensación de que ha sido muy duro para ti. —Lo ha sido. Y… —¿Y qué? —Supongo que estoy esperando las preguntas. Sobre el hecho de que mi madre sea bipolar. Sobre cómo era vivir con una… persona loca. Sobre incidentes concretos. Los detalles de perder a mi hermano. —No me tienes que contar todo eso ahora. Ni quizá nunca. Pero sí que tengo una pregunta. Ella suspiró. —¿Cuál? —¿Todas las mujeres de tu familia tienen un nombre que empieza por D? Ella se rio y parte de la tensión abandonó su cuerpo. ¿Cómo era posible que él fuera capaz de hacerle sacar tantas emociones y, al mismo tiempo, la hiciera sentir tan bien? —Sí. Siempre olvido que a los demás les parece raro. Según parece, lo empezó mi tatarabuela. Es absurdo.