Literatura BDSM El Límite del Placer ( Eve Berlín ) | Page 141

tus pies. Ninguna mujer me había hecho esto antes. Me vuelves loco, Dylan. ¿Qué decía? Estaba aturdida. El deseo era demasiado intenso en su cuerpo para que se pudiera concentrar de verdad. —Alec, por favor. Limítate a tocarme. Él soltó una risilla, pero parecía satisfecho; no había nada de burla en ella. Y ella quemaba de deseo. —¿Así, nena? Le acarició el clítoris hinchado con un toque suave. Demasiado suave. Dylan soltó un gemido flojo. —Ah, ¿necesitas más? ¿Es eso? —Sí. Él metió dos dedos dentro de ella y ella se apretó contra él. Él sacó los dedos y ella gruñó decepcionada. —No, Dylan. Quiero que estés completamente quieta. Yo lo haré todo. ¿Entendido? —Sí, Alec. —Dilo. —Lo entiendo. No me moveré. —Buena chica. Otro largo escalofrío al oír esas palabras. Dylan contuvo la respiración y esperó. Sus dedos acariciaron la hendidura entre sus nalgas, todavía mojadas por sus flujos. Bajando cada vez más hasta que le acarició los labios de su sexo. Dylan se mordió el labio, intentando no abrirse a él, intentando rechazarle hasta que ella misma engullera sus dedos, que es lo que quería hacer. Pero le había dicho que se estuviera quieta y le haría caso. Y él no paraba de acariciar y acariciar. Apenas lo podía soportar. El chasquido de la espátula sobre una nalga la cogió desprevenida; se había olvidado por completo de ella. Pero la hizo temblar de deseo, tanto como su mano acariciándola. —Oh, Alec… —Sí, está bien, ¿verdad?