Literatura BDSM El Límite del Placer ( Eve Berlín ) | Page 118
Dylan por la mañana y le había dicho que tenía cita con su agente. Pura mentira.
Tenía que estar solo; tenía que pensárselo todo bien.
Pero llevaba todo el día en blanco; por eso había llamado a Dante y le había
pedido que quedaran en su bar preferido por la noche.
Alec levantó la vista y vio a Dante entrar por la puerta. Su amigo era alto y
desgarbado; tenía el pelo negro y los ojos oscuros. Todas las mujeres del bar se
dieron la vuelta para mirarle. Era medio italiano y medio español y con su aspecto
solía conseguir a cualquier mujer que quisiera. Sin embargo, lo más habitual era
que los dos acabaran con mujeres a las que conocían en clubes fetichistas. Aunque
Dante no era un jugador redomado como él, les resultaba difícil entablar relación
con una mujer a la que no le interesaran los jueguecitos perversos. Además, a
ninguno le gustaba arrastrar a una mujer «vainilla» —alguien ajeno al mundillo—
a este estilo de vida, si bien eso no explicaba por qué se había liado con Dylan
Ivory.
«Mierda.»
Se bebió prácticamente toda la cerveza antes de que Dante llegara a la barra.
—Hola, Alec.
—Hola.
Su amigo se sentó en el taburete que había a su lado y Alec pidió una
cerveza para Dante y otra para él.
—A ver, ¿dónde está el incendio?
—¿A qué te refieres?
—Pues que no es propio de ti organizar estas quedadas improvisadas.
¿Debería sentirme halagado? —bromeó Dante entre risas.
—Sí, ahora que lo dices… perdona por haberte arrastrado hasta aquí en un
día laborable.
—No pasa nada. No tengo que ir a los juzgados mañana. ¿Qué pasa?
Alec se sentó y le dio un trago a la cerveza, meditabundo. ¿Qué le pasaba?
—Tal vez necesito que me ayudes a averiguarlo.
Dante asintió, bebió un poco y entrecerró los ojos.
—Pero pasa algo…
—Sí.
—Es por esa mujer a la que has estado viendo, Dylan.