Literatura BDSM El Límite del Placer ( Eve Berlín ) | Page 111

«Tranquilízate.» Inspiró hondo; aún no quería llegar al orgasmo. Notaba su ano terso y caliente, y empujó el dedo un poco más, atravesando el anillo de músculo. —Dylan, ¿te gusta? Ella gimió. —Dilo —le ordenó. —Sí, me gusta. Me encanta. Necesito más. Él se lo introdujo aún más y ella jadeó al tiempo que movía las caderas. —¿Más, Dylan? —Sí, por favor. —Inspira hondo. Añadió un segundo dedo, que introdujo con cuidado. Ella respiró durante el proceso y empezó a relajarse. Alec estaba tan excitado que apenas podía controlarse. —¿Lo resistirás si te follo por el culo así, con la mano? —Sí, quiero que lo hagas. Él empujó los dedos más adentro, los sacó y volvió a introducírselos. Ella se estremeció y Alec notó a través de la fina membrana la textura añadida de sus dedos en contacto con el pene, muy dentro de ella. «Es demasiado. Demasiado.» —Joder, Dylan. Le soltó los brazos con los que ella le rodeó inmediatamente. Entonces empezó a follarla otra vez marcando un ritmo que los dedos seguían también al compás. Ella se entregaba a él, le follaba igual que hacía Alec. Ambos empezaron a jadear, a quedarse sin aire. Su cuerpo entero se tensó, notó unos espasmos en el sexo, que se ceñía alrededor de su pene duro y erecto. Ella gritó su nombre una y otra vez mientras se corría. —¡Alec! Joder, Alec… Alec. Él se detuvo y se contuvo; quería seguir haciéndole el amor todo lo que pudiera. El sexo era demasiado bueno para parar ahora. La embistió otra vez