Literatura BDSM El Límite del Deseo (Eve Berlín) | Page 20

Dos En parte seguía sin creerse que estuviera haciendo esto: irse de la fiesta con un tío al que hacía años que no veía. Un chico a quien no conocía tanto del instituto y a quien no conocía ya de nada ahora. A pesar de eso, se sentía a salvo con él. Algo inexplicable, tal vez, salvo que Lucie y Tyler también le conocían, lo que hacía el asunto un poco más seguro. Kara había ido a la fiesta con otra amiga que Lucie y ella conocían desde hacía años, así que se despidió deprisa y entró en el BMW plateado de Dante. El coche le quedaba bien. Era elegante, sofisticado y rápido. Se volvió para ver el perfil de Dante mientras cruzaba el puente de vuelta a la ciudad. Tenía un aspecto muy europeo, con el pelo oscuro, la piel morena y una mandíbula marcada. Sería el modelo perfecto para la portada del GQ. Tenía una belleza algo aniñada, aunque sus facciones eran muy angulosas. Era todo un hombre. Los hoyuelos suavizaban su aspecto. Y su boca… Se estremeció; tenía ganas de alargar la mano y rozar sus labios con las yemas de los dedos. Solo quería tocarle. Y le tocaría, claro que sí. Y él la tocaría a ella… Se frotó los muslos; el vestido lila se le antojó muy suave al tacto. «Tranquilízate.» —¿Tienes frío? —le preguntó mientras subía la temperatura en el coche. —No, estoy bien. —Tenía calor, tal vez—. Los asientos calefactables son un gran invento. Él se volvió hacia ella y le sonrió un momento antes de volver a mirar la carretera. Era atractivo hasta en la forma de reducir la velocidad mientras se acercaban al extremo del puente que tocaba Seattle. Toda entera temblaba ante la expectativa. —Espero que no te moleste que no esté muy hablador —dijo Dante, que aceleró y volvió a subir de marcha. La autopista estaba vacía y el cielo era una serie de capas de nubes oscuras—. No es que no quiera hablar contigo. —No pasa nada. Tienes que prestar atención a