Literatura BDSM El Límite de La Tentación ( Eve Berlin ) | Page 65

como simplemente hacer eso. Mirar cómo ella se recuperaba del subidón de endorfinas. Cuidar de ella. Connor siempre se sentía protector de las chicas con las que jugaba, pero con Mischa aquello cobraba una dimensión completamente diferente. Era algo más que él cumpliendo su tarea como buen dominante. Era algo más que un sentimiento de responsabilidad. Era, en los términos más simples, lo que él más deseaba hacer en ese momento. Una locura. Y, sin embargo, lo estaba haciendo. Todavía quería hacerlo. Mischa se estaba estremeciendo un poco y él cogió una manta colgada del respaldo de la butaca para ponérsela encima de los hombros y masajearle los brazos. Ella suspiró, apoyó la cabeza sobre su pecho. Y pronto se quedó dormida. Connor se quedó quieto con Mischa en su regazo, mirando cómo dormía tal y como había hecho cuando estaban en la cama. Cuando un dominante que no conocía se le acercó, fuera para preguntarle si ya habían terminado con la cruz o, simplemente, para presentarse, Connor lo ahuyentó con una mirada larga y sostenida. Todavía estaban en plena escena, tal y como lo entendía él, y no pensaba permitir que nadie les interrumpiera. Nadie iba a molestar a su chica durante el postratamiento. Nadie. Volvió a mirarla a la cara y descubrió que necesitaba desesperadamente cuidar de ella. Mierda, ya se preocupaba por ella. Era imposible negarse eso. Porque tenía qu