Literatura BDSM El Límite de La Tentación ( Eve Berlin ) | Page 49
puesto. Ella movió la mano, que tenía junto a la cabeza.
Él alargó la suya, le rozó los dedos y notó el leve calor de su piel. No era nada sexual. Bueno, no
era verdad. Había química, una química ardiente que, por el momento, estaba contenida. Había algo
más…
Sacudió la cabeza.
Un hombre podía pensar en cosas muy extrañas en las horas que precedían al alba. Era eso y nada
más.
Una parte de él quería levantarse y marcharse. Echar a correr. Pero no podía hacerlo, no después de
ver cómo había tocado fondo Mischa la noch H[