Literatura BDSM El Límite de La Tentación ( Eve Berlin ) | Page 30
tratando de no hacerle daño, pero necesitaba follársela; penetrarla hasta el fondo, lo más lejos que
pudiera llegar. Ella levantaba las caderas con fuerza, entregándose por completo, y hacia unos ruidos
jadeantes y entrecortados que le estaban volviendo loco.
—Connor, por favor…
—¿Qué necesitas?
—Yo… Joder, quiero más…
Él le pasó las manos por debajo y le sujetó el trasero, levantándole más las caderas para poder
cambiar de ángulo y entrar aún más adentro.
Mischa se movía con brío, follándole del mismo modo en que lo hacía él e hincándole las uñas en
los hombros. El placer era como una serpiente enroscada en el vientre, que le ha