Literatura BDSM El Límite de La Tentación ( Eve Berlin ) | Page 112

centímetros de separación entre ambos. Él le acarició la mejilla y fue bajando por el cuello. Le dijo con una voz suave: —¿Recuerdas cuando te hablé de forzar un poquito esos «quizás» y esos «tal vez»? Ella asintió. —Dilo. —Me acuerdo. —Pues esta es una de estas ocasiones. Sobre todo, porque parece que estás cabreada. Encontraremos la manera de buscarle solución y que cambies de idea. Joder, ¿por qué le ardía el cuerpo entero al pensar en eso? Era una traición en toda regla. Se notaba húmeda y se dio cuenta justo entonces de que quería forzar esos límites, porque nadie le había hecho eso antes. Nadie se había atrevido; sobre todo, nadie en quien confiara. ¿De verdad había confiado alguna vez en alguien? En nadie salvo en Connor. De esta manera no, desde luego. Su dedo se detuvo en la clavícula un momento pero bajó, ahora ya con la mano entera, para acariciarle un pecho de tal forma que le cortó la respiración ante tal placer. —Tienes los pechos más bonitos que he visto nunca —murmuró—. Qué ganas tengo de torturarlos. Pero empezaremos con los pellizcos. Le dio un pellizquito a un pezón que le provocó un poco de dolor. Eso bastó para excitarla y que quisiera apretar los muslos para aliviar el sufrimiento ante el placer no satisfecho. En lugar de eso, apretó la mandíbula. —No te muevas —le ordenó él. Abrió la bolsa y oyó cómo vo