LIBRO DE ENOC - EDICIÓN ESPECIAL El libro de Enoc | Page 73

EL LIBRO DE ENOC estrellas, de las luminarias, por donde nacen en presencia de los santos. (Dn 12:1) Él trasladó mi espíritu dentro del cielo de los cielos y vi que allí había una edificación de cristal y entre esos cristales, lenguas de fuego vivo. (Ac 2:34) Mi espíritu vio un círculo que rodeaba de fuego esta edificación y en sus esquinas había fuentes de fuego vivo. Alrededor de ella había Serafines, Querubines y Ofanines, estos son los que no duermen y vigilan el trono de su gloria. Vi innumerables ángeles, miles y miles, miríadas y miríadas rodeando esa edificación y a Miguel, Rafael, Gabriel y Sariel y a una multitud de santos incontable. Con ellos estaba la cabeza de los Días, su cabeza era blanca y pura como la lana y sus vestidos eran indescriptibles. Caí sobre mi rostro, todo mi cuerpo desmayó, mi espíritu fue trasfigurado, grité con voz fuerte, con espíritu de poder y bendije, alabé y exalté. Estas bendiciones que salieron de mi boca fuero consideradas agradables ante esta Cabeza de los Días. Y esta Cabeza de los Días vino con Miguel, Gabriel, Rafael y Sariel y una multitud innumerable de ángeles. Vino a mí, me saludó con su voz y me dijo: «Éste es el Hijo del Hombre que ha sido engendrado por la justicia, la justicia reside sobre él y la Cabeza de los Días no le abandonará». (Dn 7:13; Za 6:12) Me dijo: «Él proclamará sobre ti la paz, en nombre del mundo por venir, porque desde allí ha provenido la paz desde la creación del mundo y así la paz estará sobre ti para siempre y por toda la eternidad. (Is 9:5) Todo andará por su camino y mientras, la justicia no lo abandonará jamás, con Él vivirá, con Él su herencia y de Él no será separada nunca ni por toda la eternidad. (Is 11:1; 53:2; 60:21) 73