LIBRO DE ENOC - EDICIÓN ESPECIAL El libro de Enoc | Page 41

EL LIBRO DE ENOC Y yo dije: «¡Qué hermoso es este árbol y cómo atrae mirarlo!». Remeiel el Vigilante y el santo, que estaba conmigo, me contestó y dijo: «Es el árbol de la sabiduría, del cual comieron tu primer padre y tu primera madre y aprendieron la sabiduría y sus ojos se abrieron y comprendieron que estaban desnudos y fueron expulsados del jardín del Edén». Capítulo 33 Desde allí fui hasta los confines de la tierra y vi allí grandes bestias diferentes unas de otras y también pájaros que diferían en sus aspectos, hermosura y trinos. Al oriente de esas bestias vi el final de la tierra, donde el cielo descansa, y donde se abren los portales del cielo. Vi como nacen las estrellas del cielos y los portales de los que proceden y anoté las salidas de cada una de las estrella, según su número, nombre, curso y posición y según su tiempo y meses, según me las mostraba Uriel, uno de los Vigilantes. Y me mostró y escribió para mí todo, incluso escribió para mí sus nombres de acuerdo con sus tiempos. Capítulo 34 Desde allí fui transportado a la extremidad norte de la tierra y me fueron mostradas grandes obras: Vi tres puertas del cielo abiertas; a través de cada una de ellas vienen los vientos del norte y cuando soplan hay frío, granizo, escarcha, nieve, rocío y lluvia. Si salen por una sola de las puertas, soplan para bien; pero cuando soplan a través de las otras dos es con violencia y calamidad sobre la tierra pues soplan con fuerza. 41