LIBRO DE ENOC - EDICIÓN ESPECIAL El libro de Enoc | Page 40

EL LIBRO DE ENOC Allí vi árboles silvestres que exudaban perfumes de incienso y mirra y sus frutos son parecidos a las nueces. Capítulo 30 Y más allá de ellos, me alejé muy al oriente y vi otro gran lugar, con valles de muchas aguas, en el que había cañas dulces aromáticas semejantes al lentisco; y en las orillas de estos valles vi el fragante cinamomo. Y más allá de estos valles me alejé hacia el oriente. Capítulo 31 Me fueron mostradas otras montañas y también en ellas vi árboles de los cuales salía la resina llamada tsaru y gálbano. Más allá todos los árboles todos los árboles estaban llenos de resina que era semejante a la corteza del almendro. Cuando se casca en estos árboles sale de ellos un olor perfumado y cuando se muelen las cortezas son superiores a cualquier perfume. Capítulo 32 Más allá de tales montañas, hacia el noreste de ellas, me fueron mostradas otras montañas, llenas de nardo escogido, lentisco, cardamomo y pimienta. Desde allí continué hacia el oriente de todas estas montañas, lejos de ellas, al oriente de la tierra, fui llevado por encima del mar Rojo y me alejé mucho de él, pasé por encima de la oscuridad, lejos de ella; y fui llevado al lado del Paraíso de Justicia, y me fueron mostrados desde lejos árboles en él, árboles numerosos en exceso y grandes, diferentes unos de otros. Vi allí un árbol que era distinto de todos los demás, muy grande, bello y magnífico, el árbol de la sabiduría, los que comen de su fruto aprenden gran sabiduría. El árbol es tan alto como un abeto, sus hojas se parecen a las del algarrobo y su fruto es como un racimo de uvas, muy bonito; y la fragancia de ese árbol penetra hasta muy lejos. 40