LIBRO DE ENOC - EDICIÓN ESPECIAL El libro de Enoc | Page 39

EL LIBRO DE ENOC Todas eran barrancos profundos de roca dura y no había árboles plantados en ellos. Yo me maravillaba de las montañas y me asombraba de los barrancos, me asombraba demasiado. Capítulo 27 Entonces dije: «¿Por qué esta tierra está bendita y llena de árboles y en medio están estos barrancos malditos?». (2P 2:10; Judas 15) Entonces Sariel, el Vigilante y el santo, que estaba conmigo, me respondió y dijo: “Este barranco maldito es para aquellos que están malditos para siempre; ahí serán reunidos todos los malditos que con su boca pronuncian palabras indecorosas contra el Señor y ofenden su Gloria, ahí serán reunidos y ahí estará el lugar de su juicio. En los últimos tiempos se ejecutará sobre ellos en justicia el espectáculo del juicio, en presencia de los justos para siempre; ahí se manifestará la misericordia y la bendición del Señor de Gloria y el Rey Eterno. El día del juicio sobre los anteriores, ellos le bendecirán por la misericordia que les ha reservado. Entonces yo bendije al Señor de Gloria, promulgué su Gloria y alabé su grandeza Capítulo 28 Fui desde allí hacia el oriente, en medio de la cordillera del desierto y vi el desierto: estaba solitario y lleno de árboles y plantas; brotaba agua desde arriba, acometiendo como un río caudaloso que fluía hacia el noroeste llevando el agua y el rocío por todos lados. Capítulo 29 Desde allí fui a otro lugar en el desierto y me alejé mucho, hacia el oriente de este sitio. 39