LIBRO DE ENOC - EDICIÓN ESPECIAL El libro de Enoc | Page 105
EL LIBRO DE ENOC
«Os las entregaré debidamente contadas y os diré cuáles deben ser
destruidas y esas, hacedlas perecer». Y les entregó aquellas ovejas.
Después él llamó a Otro y le dijo: «Observa y registra todo lo que los
pastores hacen a estas ovejas, ya que ellos destruyen más de las que yo
les he mandado; todo exceso y destrucción que sea ejecutado por los
pastores regístralo: cuántos destruyen de acuerdo con mi orden y cuántos
de acuerdo con su propio capricho. Pon en la cuenta de cada pastor la
destrucción que efectúe.
"Lee luego el resultado ante mí: cuántas destruyeron y cuántas les
entregué para su destrucción. Que esto pueda ser un testimonio contra
ellos para saber toda acción de los pastores, que yo los evalúe y vean lo
que hacen y si se atienen o no a lo que les he ordenado.
"Pero, ellos no deben enterarse, no debes contarlo a ellos ni debes
advertirles, sino solamente anotar cada destrucción que los pastores
ejecuten, una por una y al momento, y exponer todo eso ante mí.
Vi cuando esos pastores pastorearon en su tiempo y comenzaron a matar
y destruir a más ovejas de las que fueron ofrecidas y ellos entregaron a
esas ovejas en manos de los leones.
Los leones y los tigres devoraron a gran parte de esas ovejas y los jabalís
comieron junto con ellos. Ellos quemaron esa torre y demolieron esa
casa.
Me entristecí muchísimo por esa torre porque la casa de las ovejas fue
demolida y ya no pude ver si esas ovejas entraban en esa casa.
Los pastores y sus cómplices entregaron a esas ovejas a todas las
bestias salvajes, para que las devoraran pero cada uno de ellos había
recibido un número determinado y fue anotado para cada uno de ellos,
por el Otro, en un libro, cuántas de ellas habían destruido.
Cada uno mataba y destruía más de las que fueron prescritas y yo
comencé a llorar y a lamentarme por causa de esas ovejas.
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