LEMA 17-18 LEMA 17-18 REVISTA | Page 28

tuvo compasión de él”. Jesús le dice: “Vete y haz tú Para comprender bien la compasión de Jesús lo mismo”. Ahora sabemos lo que hemos de hacer: hemos de diferenciar tres elementos. En un primer no “dar rodeos” ante nadie que esté sufriendo, abrir momento, por decirlo así, Jesús interioriza el los ojos, mirar atentamente a tantos hombres y sufrimiento ajeno, deje que penetre en sus mujeres golpeados, entrañas: lo hace suyo, deja que le duela a él. En un abandonados en los mil caminos de la vida. segundo momento, ese sufrimiento interiorizado Acercarnos a la cuneta, levantar a los heridos, vivir provoca en él una reacción, se convierte en un curando a los que sufren. punto de partida de un comportamiento activo y asaltados, robados, Hemos de entender bien a Jesús. La compasión responsable; viene a ser un principio de acción, un no ha de quedar reducida a un sentimiento de estilo de vivir. Por último, ese estilo de vida se va nuestro corazón. No consiste en hacer de vez en concretando en compromisos y gestos, orientados cuando una “obra de misericordia”. Para evitar a erradicar el sufrimiento o, al menos, a aliviarlo. malentendidos y reduccionismos falsos hemos de Este estilo de vivir es lo primero en un seguidor entender la compasión como un principio que está de Jesús. Nada hay más importante. Tendremos en el origen de toda nuestra actuación, que imprime que hacer muchas cosas en la vida, pero la una dirección a todo nuestro ser y que va compasión ha de estar en el trasfondo de todo. configurando nuestro estilo de vivir al servicio de Nada puede justificar nuestra indiferencia ante el los que sufren (Ver J. Sobrino, El principio- sufrimiento ajeno. La compasión ha de configurar misericordia. Bajar de la cruz a los pueblos nuestro estilo de vivir: nuestra manera de entender crucificados, Sal Terrae, Santander 1992, 31-45). los acontecimientos y de mirar a las personas; nuestra manera de relacionarnos y de convivir con los demás; nuestra forma de seguir radicalm ente a Jesús.