se conmueve y se acerca. Luego, movido por su
compasión hace por aquel hombre todo lo que
puede: cura sus heridas, lo venda, lo monta sobre su
propia cabalgadura, lo lleva a una posada, cuida de
él y paga todo lo que haga falta. La actuación de
este samaritano nos descubre la dinámica de la
verdadera compasión.
El samaritano sabe mirar al herido con
compasión. Es lo primero. La compasión no brota de
la atención a la ley o de la reflexión sobre los
derec