En Aquel Lugar Sin Nombre
Briseida Esparza
Hoy, acostada y apunto de dormir,
mezcle mi realidad con mi fantasía y
me encontré con la decepción más
bella que me podría imaginar.
En un callejón a plena luz
estaban los recuerdos que
había dado por muertos
peleándose a mano sucia
con mi egoísmo y mi orgullo.
Al salir de ahí en un patio cercado
estaban pedazos de mi niñez jugando
al escondite con los latidos de un amor
pasado y olvidado.
Atravesando ese patio
de atrás de un árbol lleno
de hojas de deseos
estaba mi esperanza tímida.
Tenia sus ojos alumbrados
en alto
mirando el cielo.
Junto a ella casi topándose
hombro a hombro
estaba mi vergüenza regañando
a mi nobleza por los líos
en que siempre los metía.
Me di la media vuelta y en la distancia
vi que mis oraciones
y mis sueños
estaban tomadas de la mano
cruzando una calle
llena de maldiciones.
Las dos inútiles
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