La Valla. 100 artistas en la frontera sur. Octubre 2014 | Page 113

Daniel Dvran 0841 Subsahariano Se trata de un muñeco infantil, de una reconocible marca (alemana) que se caracteriza por crear personajes estereotipados con rostro jovial y sonriente. El personaje, por el título y acorde con su aspecto, es el “subsahariano” y hace lo que podría parecer que le es propio: saltar una valla (todos lo hemos visto ya decenas de veces en TV). Sin embargo no sonríe precisamente y su posición en la imagen no es central sino marginal. Es lo que le ha tocado. Ficha técnica: acrílico sobre cartón adherido a un DM 33 x 33 cm 2014 David Becerra Decía Hannah Arendt que durante el nazismo la respetable sociedad alemana en su conjunto había sufrido un colapso moral. Si bien es verdad que no todos los alemanes colaboraron estrechamente con el régimen nazi, no es menos cierto que en su indiferencia y su pasividad ante el horror, ante lo abominable de los campos de concentración y la represión sistemática, en su silencio impasible, la respetable sociedad alemana se hizo cómplice de la barbarie. La cooperación pasiva permitió que el terror campara a sus anchas. ¿Acaso no estamos sufriendo un colapso moral cuando contemplamos lo que ocurre en esos lugares que llamamos fronteras?, ¿no estamos colaborando con el horror?, ¿no somos cómplices de quien dispara?, ¿no estamos dando nuestro consentimiento a que se violen los Derechos Humanos con nuestro silencio? Vemos imágenes a diario, en prensa y televisión, y apenas nos conmovemos. Cuando el horror se banaliza, se desdibujan los límites que separan el bien y el mal. Se difuminan las fronteras en los