La Revista Usaka No. 14 | Page 69

editorial de un loco E n internet es fácil encontrar comunidades, grandes y pequeños grupos enfocados en un tema en común pero muchos de aquellos grupos no llegan a durar tanto tiempo. Se diluyen, se pierden, se olvidan. Es por eso que, si pienso en que Usaka ya cumple 6 años, lo considero un logro muy valioso, ya que demuestra que nuestra familia cuenta con los lazos requeridos y la fuerza suficiente para mantenerlos unidos, y esa es la base de su futuro. En mis (creo ya) cuatro años en Usaka, he compartido junto a esta familia todo tipo de experiencias y emociones. En repetidas ocasiones comenté que lo que más me sorprendió de Usaka era esa calidez fraternal que se podía sentir en el grupo. Existen artistas de mucho nivel en Usaka y otros como yo a los que les falta mucho por aprender, pero eso no resulta un impedimento para que todos nos sintamos como iguales, como personas que compartimos una misma pasión, que tenemos el deseo de superarnos y que nos apoyamos de manera mutua para lograrlo. Antes de entrar a Usaka, se podría decir que yo “dibujaba sola”. No conocía personas con las que podía compartir esa experiencia o que sintieran las cosas que yo sentía al dibujar. Tengo la suerte de haber conocido mucha gente que, al igual que yo, ama dibujar, y comprenden y comparten dicha pasión, pero Usaka fue mi primer contacto con otros artistas y, en aquel entonces, yo nunca hubiera imaginado que podía encontrar algo similar a esto en la red. En la familia aprendí a valorarme como artista. Nunca había tomado en serio mis propios dibujos, eran apenas un pasatiempo para mí, nunca había pensado en si quería llegar lejos con eso, o mejor dicho, si quería intentarlo. Pero cuando entre a la Familia me sentí muy inspirada por la dedicación que tenían muchos de sus miembros, y me di cuenta de lo mucho que en realidad me importaba dibujar, empecé a tomar mis proyectos más en serio, comencé a esforzarme por mejorar y, junto a Usaka, me divertí mientras mejoraba. Y entendí que esto es a lo quiero dedicar mi vida. Y siempre que me sea posible voy a colaborar con Usaka en lo que haga falta, quiero que sigamos creciendo, quiero que sigamos mejorando, y quiero que mucha más gente llegue a comprender lo maravilloso que puede ser todo este equipo. Quiero que todos lo apoyemos, y luego sentirnos orgullosos de lo que logremos. Y como dije, el mayor valor en Usaka son los lazos, las personas que conocí, las experiencias que viví, los sentimientos que compartí, son lo que hacen de Usaka algo muy especial para mí, algo que creo que nunca voy a olvidar, algo que sigo sintiendo cada vez que pienso en esta comunidad, que como ninguna otra lleva bien puesto el nombre de “Familia” ¡Felicidades Familia Usaka! Por muchos años más.