Esto suele pasar mucho, hacemos un montón de personajes para historias y…
¡Espera, que esto parece un ejercito de clones!
Mal, mal, esto está muy
mal. Si salimos a la calle, si
vemos a nuestra propia familia, somos muy distintos y
entre más diferencias podamos hacer entre nuestros
personajes, mucho mejor,
mucho más únicos.
Tampoco hay que hacer
extravagancias para diferenciarlos sino cosas comunes, como el tamaño de
la nariz, el tipo de ojos, los
diferentes cuerpos que existen… Entre más diferenciemos estas cosas, más fácil
será poder dibujarlos uno
al lado del otro y que nadie nos diga. ¿Pero quién es
quien?
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La Revista USAKA