La Falsificación de la Realidad La Falsificación de la Realidad | Page 73
Norberto Ceresole
de "producir el fracaso de la investigación". Parece ser que los Académicos
utilizaron, en este caso, una física y unas matemáticas antisemitas (22).
El partido comunista llamado "argentino" -cuyos restos esperpénticos se
autoincluyen en la mencionada "oposición democrática"- fue una de las fuerzas
políticas que mayor y más eficazmente colaboró con la dictadura militar
argentina, especialmente en sus comienzos, que fueron los tiempos de máxima
represión (el aberrante "terrorismo de Estado", propiamente dicho). El origen de
esa colaboración se encuentra en el tipo de relaciones económicas especiales
que la dictadura militar había establecido con la ex URSS, luego del embargo
cerealero decretado por el presidente Carter contra Moscú, como represalia
contra su invasión a Afganistán. El paraíso del proletariado tuvo malas
cosechas, como de costumbre, y necesitaba trigo urgentemente, y el ministro de
economía argentino de la época -el tristemente célebre "Chicago boy" Martínez
de Hoz- estuvo dispuesto a vendérselo. La fidelidad del comunismo criollo al
régimen militar fue total, sólida y leal desde ese momento (existen innumerables
ejemplos de este tipo de relaciones contra natura en la historia del movimiento
comunista internacional, comenzando por la del propio partido comunista
alemán, hasta la invasión de la Wehrmacht a la URSS). En esa inquebrantable
amistad no influyeron los militantes comunistas "desaparecidos", muy
probablemente por error o por desviaciones "guerrilleristas" individuales.
Durante la etapa bipolar, la justificación ideológica de esta fusión de intereses
entre la filial comunista en la Argentina y el gobierno militar de ese país la
elaboró "científicamente" el propio comunismo criollo, quien durante todos esos
años trágicos mantuvo una firme actitud antiguerrillera, que en algunos casos
llegó hasta la propia delación. Yo fui testigo involuntario, en Moscú, de algunas
de la largas y nauseabundas cesiones donde los comunistas criollos leían ante
las autoridades del PCUS infames y vomitivos informes contra las
organizaciones guerrilleras que en ese entonces operaban en el país. Gran parte
de los dirigentes comunistas que viajaban a Moscú -al menos durante la época
en que yo fui miembro de la Academia de Ciencias de la URSS- eran judíos
radicados en la Argentina, un hecho natural en un partido en el cual el 90% de
sus miembros eran judíos ezquenazis inmigrantes de primera o segunda
generación. Ahora los despojos del ex partido comunista de la Argentina
continúan manteniendo su verdadera lealtad de siempre: visitan en Madrid al
juez Garzón ofreciéndole una versión hiperfalsificada de la historia de la
Argentina contemporánea.
La nueva ofensiva antiiraní: la VIII Conferencia Islámica
El juez Galeano se manifiesta como una persona capaz de aceptar una hipótesis
de trabajo falsa, pretender no darse cuenta de ello, y desarrollarla con voluntad
y osadía de "cruzado de la libertad", dentro del mejor estilo de la "guerra fría".
La falsedad de la hipótesis radica en que los dos grupos acusados de ser los co-
autores de los atentados -los nazis criollos y los "fundamentalistas" iraníes-,
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