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La Falsificación de la Realidad su territorio) fue encarada posteriormente a partir de la magnificación de la "guerra sucia" de los años 70. La propaganda judía pretende convertir esa guerra sucia en un "Holocauto sudamericano": luego es mucho más sencillo señalar a los verdugos de ese "Holocauto" y, consiguientemente, a los "verdaderos autores" de los atentados terroristas. Este tema será tratado en el Capítulo 2. Todo encuadra dentro de la mitificación sobre la que se funda la cultura judía en general. El tema del "Holocauto" será tratado en el Capítulo 7. Para exponer en cierto orden los factores que originan las agresiones terroristas sobre la Argentina, los hemos agrupados de la siguiente manera: 1. Los Atentados de Buenos Aires deben comprenderse dentro del proceso de la crisis interna de la sociedad israelí, que se agudiza hasta el paroxismo a partir de los preparativos de la Conferencia de Madrid (1991). 2. La lucha violenta que un sector de la sociedad israelí emprende contra otro sector de esa misma sociedad es abarcante de la totalidad del espacio judío internacional. Es decir, que esa lucha incluye a, por lo menos, los siguientes países: Israel, Estado Unidos, Gran Bretaña, Francia y la Argentina. Ella se desarrolla, asimismo, en por lo menos tres planos, simultáneamente: el cultural o teológico (fundamentalismo religioso versus sionismo laico), el social (colonos versus poblaciones establecidas) y el estatal-institucional (fractura de los servicios de seguridad). 3. La Conferencia de Madrid es forzada por los EUA y aceptada con hipocresía por el gobierno Shamir (siguiendo la vieja tradición "negociadora" israelí). Pero a partir de ella, importantes sectores del laborismo o social-sionismo liderados por el general Rabin se suman rápidamente a la propuesta, intentando avanzar un poco más dentro de la ecuación "paz por territorios", pero siempre dentro del mantenimiento de un férreo control israelí sobre la región. 4. Ello provoca una sucesión de reacciones violentas por parte del fundamentalismo religioso, que se había consolidado progresivamente en Israel y en todo el espacio judío internacional (del cual Argentina forma parte debido a la importancia de la comunidad judía allí residente) a partir de la victoria militar de 1967. Ese es el año de la reconciliación entre una importante franja de ese fundamentalismo religioso y los sectores nacionalsionistas (Beguin, Shamir, Sharon, etc.). 5. La fractura social y religiosa se proyecta puntualmente en los aparatos de seguridad del Estado, en especial en el servicio de contraespionaje Shin Beth. 48