La Falsificación de la Realidad La Falsificación de la Realidad | Page 316

La Falsificación de la Realidad será el objetivo de una "política de defensa" orientada a la destrucción militar de Rusia y a la feudalización y privatización de las fuerzas armadas. El impacto económico y estratégico de esta realidad puede ser medido relacionalmente. Hacia fines de los años sesenta la economía soviética era cinco veces más grande que la economía china. Hoy, hacia fines de los 90, es cinco veces más pequeña, en términos de PIB, y la diferencia tiende a incrementarse. Y mientras en el lado ruso de la frontera viven 30 millones de habitantes, en el lado chino lo hacen 300 millones. En la frontera con el Asia Central existen, oficialmente, 8 millones de musulmanes en el actual territorio ruso. Pero extraoficialmente se admite que los musulmanes suman 30 millones; un quinto del total de la población rusa. En forma muy sintética hemos tratado de definir la etapa final del "progresismo soviético". Ahora volvamos a la Argentina. En su origen, en 1946, el primer gobierno democrático del general Perón había sido c alificado de "nazi-fascista" por la totalidad del establishment, y especialmente por el Partido Comunista en la Argentina, que siempre contó con una proporción extraordinariamente alta de judíos inmigrantes en sus filas, casi todos ellos originarios de la Europa central y oriental. Nueve años más tarde el mismo Partido Comunista colabora activamente en el derrocamiento militar del general Perón, a pesar de que estaba archidemostrado el hecho de la base proletaria del peronismo. Pero se trataba de un proletariado empecinado en no aceptar las lecciones de marxismo a cargo de judíos asquenazis que no tenían ningún vínculo con la Patria de los argentinos. Esa Patria, ya lo hemos visto, había sido fundada antropológicamente por el peronismo. El proletariado "negro" argentino fue percibido por los marxistas, judíos y no judíos, como una "masa desideologizada", como "primitivos sin conciencia de clase". Ello propició reiteradas alianzas entre la oligarquía terrateniente conservadora, el partido comunista "argentino" y otros grupúsculos, armados y desarmados, de una izquierda que jamás se ha identificado con la "comunidad del pueblo", tal como la define Heidegger, para Alemania, y el Imam Jomeini, para la Umma musulmana. Luego de su caída, el peronismo se convierte en resistencia popular, un fenómeno social que no se verificó en absoluto cuando la URSS se fracturó en repúblicas capitalistas. Desde esa resistencia popular emerge lentamente una "izquierda peronista" que en primer lugar trata de conectarse con la revolución cubana, que tanta influencia tuvo sobre nuestra generación. Es a partir de la revolución cubana que muchos militantes del peronismo resistente acceden a una visión de la historia mundial contemporánea provista, hasta la última coma, por los soviéticos, es decir, por una de las facciones de los Aliados vencedores de la llamada "segunda guerra mundial". De allí que, también desde ese ángulo, penetra la "culpabilidad alemana" (responsabilidad por haber generado esa "segunda guerra mundial") y la gran mentira del siglo, la "matanza 316