La Falsificación de la Realidad La Falsificación de la Realidad | Page 272

La Falsificación de la Realidad En cuanto a las definiciones, afirma que lo sucedido en la Alemania nacionalsocialista en torno a la "cuestión judía" no fue ciertamente un "Holocausto", pero sí un "genocidio específico". Ni la mitofilia ni el revisionismo "negacionista" son posiciones aceptables para Nolte. Una porque transforma en absoluta una situación que en definitiva es "histórica", es decir, "humana". La otra porque "niega" hechos que, según él, efectivamente ocurrieron, aunque no en la escala que sostienen los constructores del Mito. Pero sobre todo es inaceptable -reconoce- que sobre esa construcción se elaboren políticas en el presente. Sin embargo, el "terrorismo" árabe tiene su parte de culpa, según Nolte, ya que provoca "reacciones" desmedidas por parte de los judíos. En definitiva, se debería confiar y apoyar el crecimiento político de los judíos "racionalistas". Traté de explicarle mi posición. La organización actual del judaísmo, jerárquica y vertical, no acepta "críticas". Reacciona contra el crítico de manera total, totalizadora. Por lo demás, no es posible hablar de la sociedad israelí como si fuese un bloque. Su crisis interior es cada vez más aguda y, en este momento, es necesario replantearse la cuestión de las "guerras civiles judías". La reciente experiencia de la OLP de buscar el reconocimiento judío-norteamericano por encima de todo, está conduciendo al pueblo palestino a la derrota más dramática de su historia. Sobre la tesis de mis últimos dos libros, preguntó: -¿Tiene usted pruebas para afirmar que los atentados de Buenos Aires fueron efectivamente autoatentados, y no una acción del terrorismo árabe? Le respondí: -No soy yo quien debe aportar las pruebas, sino la acusación judicial. Mi trabajo es hacer un análisis político de la coyuntura argentina, y relacionarlo con el proceso de crisis que en esos momentos se vivía dentro del Estado de Israel, que en definitiva condujo al asesinato de Rabin y al triunfo electoral de Netanyahu. Mi trabajo es asegurar que existe una completa continuidad racional entre todo un conjunto muy amplio de situaciones complejas que ocurren casi simultáneamente en puntos muy distantes del planeta. Y de asegurar además que esa continuidad racional sea realmente explicativa, en el sentido lógico del término, en el sentido de una lógica histórica. De hecho, quienes tenían que aportar pruebas aún no las han aportado. Han transcurrido cinco y tres años, respectivamente, de ambos atentados. Al día de hoy no existe ningún acusado de estar implicado directamente en los sucesos. Existen sólo pruebas circunstanciales insostenibles contra algunos detenidos. Pero lo que sí existe es un estudio de ingeniería, realizado por la Academia Nacional de Ingeniería y solicitado por la Corte Suprema de Justicia de mi país, que afirma sin vacilaciones que la explosión de 1992 ocurrió dentro del edificio de la Embajada de Israel. Y como usted comprenderá ningún "terrorista árabe" tiene la 272