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La Falsificación de la Realidad
nexo más sólido entre el judaísmo original y el sionismo, cuyo ciclo de vida es
muy corto: desde mediados del siglo XIX dC. hasta fines de la "guerra fría". Lo
que origina continuidad entre ambas etapas, después de casi 20 siglos de
diáspora, es su misma vocación mesiánica: el laicismo de algunos sionistas no
convierte a éste en algo distinto del judaísmo.
Judaísmo y capitalismo
La Inteligencia y la Contrainteligencia del mundo judío-occidental (o judío-
cristiano) pretenden hoy ocultar el hecho histórico de que el chiísmo libanés es
en verdad una expresión originaria del Sur del Líbano (incluyendo el sur del
Valle de la Bekaa), difundiendo la imagen falsa por la cual esa "nueva frontera"
es una exportación iraní hacia el Mediterráneo Oriental (36). Las dos grandes
Iglesias occidentales, el catolicismo y el protestantismo, desde un punto de vista
estratégico, actúan hoy como elementos subordinados del pos-sionismo o del
hiperjudaísmo. Protestantes y católicos, los primeros desde siempre y los
segundos recientemente, han aceptado como fundacional la versión del Antiguo
Testamento, es decir la preeminencia ideológica del judaísmo sobre el
cristianismo en tanto construcción de un "mismo mundo", el Capitalista-
Occidental.
La religión judía, y a partir de ella el cristianismo, según interpretaciones
posmodernas, "fue construida según un plan preestablecido; aparece como la
solución fría y calculada de un problema diplomático. Se conforma al programa:
es preciso asegurar una religión al pueblo a cualquier precio. Y otro hecho que
no debe perderse de vista para formular un juicio adecuado sobre la religión
judía es éste: la misma reflexión fría, la misma conformidad a un fin
preestablecido, presidieron el nacimiento de las doctrinas que, unas después de
otras, se fueron agrupando con el correr de los siglos al núcleo principal"
(Werner Sombart, Los judíos y la vida económica).
Lo que pone al judaísmo como principal impulsor del capitalismo, desde sus
orígenes hasta nuestros días es "... la reglamentación contractual, la
reglamentación comercial... de las relaciones entre Jehová (Yahvé) e Israel. Por
otra parte todo el sistema religioso judío no es otra cosa que un tratado
concluido entre Jehová y su pueblo elegido: un tratado con todas las
obligaciones que se desprenden generalmente de un contrato. Dios promete algo
y da alguna cosa a cambio de lo cual el hombre justo lo sirve" (Sombart, op.cit.).
La "ideología" hiperjudía tiene actualmente dos fuentes de alimentación. Por un
lado prolonga una ya clásica proyección "profética" del Antiguo Testamento, es
decir de una narración realizada e interpretada sobre hechos ya sucedidos, que
sacraliza y proyecta hacia el futuro una corta experiencia política anterior, y
que en verdad fue muy poco exitosa y de muy corta duración. A esa historia,
deformada y sacralizada a la vez, se le suma luego la voluntad política de
secularizarse, que fue planteada inicialmente por el sionismo, en todas sus
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