La Falsificación de la Realidad La Falsificación de la Realidad | Page 219

Norberto Ceresole clave de la nueva situación que se avecina puede ser ilustrada gráficamente mediante la imagen del iceberg: las escaramuzas que vemos en la superficie de la política norteamericana no son más que reflejos, efectos casi secundarios de…"Un movimiento de fondo que ha llevado a ciertas capas de la sociedad estadounidense a formular en categorías evangélicas o fundamentalistas el rechazo a los , que consideran dominantes y nefastos, y el anhelo de un cambio profundo de la ética social" (Gilles Kepel, La revancha de Dios). A diferencia de lo ocurrido en la "era Reagan" (que, vista a la distancia, puede ser definida como una simple alteración de la política económica) lo que hoy se propone la nueva dirigencia evangélico-republicana es refundar lo que ellos llaman la civilización (norte)americana. El programa que contiene los objetivos políticos inmediatos del Partido Republicano está contenido en un texto sugestivamente titulado Contrato con América. Tal Contrato se basa fundamentalmente en: * La reducción al máximo del aparato del Estado; * la supresión de casi todos los programas sociales; * la rebaja de los impuestos a los sectores superiores de la pirámide social; * el endurecimiento de la acción contra la delincuencia; * el impulso decisivo a los valores religiosos tradicionales (oración obligatoria en las escuelas); * la restricción casi absoluta de todo tipo de "ayuda exterior"; * el endurecimiento de la política hacia Rusia y el aceleramiento de la entrada en una OTAN norteamericanizada de los países de la Europa Central; * la redefinición del rol de los Estados Unidos en la ONU (los eventuales "cascos azules" norteamericanos no actuarán nunca bajo la conducción de ningún general extranjero), etc. Se trata sólo de medidas de corto plazo, muchas de las cuales ya han sido adoptadas por el Partido Demócrata. Los principales dirigentes políticos y religiosos que avalan el Contrato prevén un lapso de diez o doce años para vencer a las "élites progresistas, esa pequeña facción de liberales contraculturales que están aterrorizados ante esta gran oportunidad de renovar la civilización americana" (Gingrich). La búsqueda de la nueva identidad 219