La Falsificación de la Realidad La Falsificación de la Realidad | Page 215

Norberto Ceresole la condición de la "seguridad". Exactamente lo contrario a como lo ve Netanyahu. La integración económica es el principal componente del proceso de paz. La seguridad de Israel se ampliaría de esta manera a un marco regional: se habla de una "seguridad regional" para combatir al "terrorismo". La lucha por la reconquista de la dignidad del hombre es una cuestión que no puede ser separada del actual combate mundial de los pueblos -de todos los pueblos- contra una globalidad indiferenciadora y crecientemente perversa. El hiperjudaísmo es una parte constituyente esencial del globalismo que separa a la población mundial trazando una frontera infranqueable entre "elegidos" y humillados. Pero dentro de la "confederación" los palestinos encontrarían, por fin, un lugar en el mundo, aceptando la soberanía judía en lo económico, lo tecnológico y lo político. Ya no sería necesario desangrarse en esas luchas estúpidas por la dignidad, como diría el señor Shimon Peres. El lobby judío-norteamericano Por una cuestión de geografía, pero también de teología, son los palestinos, los libaneses, los sirios y otros pueblos árabes y musulmanes los más próximos y por lo tanto los más afectados por el gran tigre nuclear israelí. Que ha sido creado, alimentado y -hasta el día de hoy- mantenido por los intereses del capitalismo globalista y por la gran influencia mundial del lobby judío- norteamericano, que presiona sobre un gobierno (social-demócrata) norteamericano crecientemente judaizado en su estructura decisional más íntima. No sólo desde el punto de vista teórico e histórico existe una total interdependencia entre capitalismo y judaísmo. El lobby judío-norteamericano no es sólo la "carta del triunfo" de los Estados Unidos en toda la región del Oriente Medio y Asia Central. Entre los Estados de Israel y de EUA existe en verdad un "tercer Estado" que es el lobby judío- norteamericano, quien fue el que realmente impulsó al actual gobierno de Netanyahu. Ese Tercer Estado es en verdad una suma de las capacidades de los otros dos, ya que está en condiciones de sintetizar los poderes fácticos (económico-tecnológicos de los EUA) con la fuerza teológica (cultural) del hiperjudaísmo que se ha adueñado de los resortes del Estado de Israel (13). En su último libro ( Les États-Unis avant-garde de la décadence ), Roger Garaudy utilizando datos del "New York Times" y de "Forbes" estima que el lobby propiamente dicho -independientemente de la importante presencia judía dentro del poder ejecutivo norteamericano- abarca a unos 45 senadores y a 200 representantes (diputados) de un total de 435. Los judíos norteamericanos, que sólo son el 2,6% del total de la población, representan al 20% de los millonarios de ese país. Ellos están permanentemente dispuestos "... a recompensar los votos favorables a Israel según las directivas de la AIPAC, American Israel Public Affairs Committee" (Garaudy, op. cit). 215