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Norberto Ceresole
CAPÍTULO 6
EL ESTADO DE ISRAEL:
ORIGEN DEL TERRORISMO JUDÍO
Naturalmente el Estado de Israel ha incrementado la rejudaización física de
Jerusalén, al mismo tiempo que aplica los llamados "Acuerdos de Paz" (Madrid-
Oslo), que en su momento fueron jubilosamente consensuados por la totalidad
de la llamada "comunidad internacional" (1).
No es casual, obviamente, que esos hechos coincidan con los mayores esfuerzos
realizados en Occidente para continuar simulando que la política del Estado de
Israel - y de las organizaciones de la judería sólidamente implantadas en
muchos países del mundo- se desarrolla en un plano puramente angelical, o
"celestial" (en el estricto sentido bíblico de pueblo y Estado "elegidos").
Desde hace muchos años, en el mundo Occidental es imposible realizar
cualquier crítica política al Estado de Israel o al judaísmo en general. En estas
cuestiones toda crítica se transforma en blasfemia, y el crítico es sencillamente
estigmatizado, demonizado y, finalmente, reprimido. Ello tiene una lógica
profunda que se explica a partir de la sustitución de lo político por lo teológico,
que es lo que está ocurriendo en esta etapa de refundación ideológica del
Estado de Israel. A esta etapa la denominamos nacional-judía o hiperjudía (2).
La política del Estado de Israel está ya totalmente inscrita dentro del nacional-
judaísmo, o del hiperjudaísmo, lo que significa, en primer lugar, que la ideología
hegemónica de ese Estado tiene ahora, en un nivel cualitativamente distinto al
de la etapa sionista, un fundamento religioso, es decir, bíblico.
Una ideología -única en su caso- basada en una interpretación sui generis del
Antiguo Testamento, lo que incluye la existencia de un proyecto de ley en Israel
(aprobado hacia fines del mes de febrero de 1997) que castiga con penas de
hasta un año de prisión "...la posesión, la impresión, la difusión y la
importación de informes o materiales que contengan elementos que persuadan
a un cambio religioso" en el Estado Judío. La Biblia Cristiana o Nuevo
Testamento entra dentro de esa categoría bibliográfica. A partir de la aprobación
definitiva de la ley la práctica del cristianismo devendrá en un delito en la
"Tierra Santa" (3).
En segundo lugar se le asigna -en esa ideología de Estado- a los patriarcas y
profetas fundadores de los pueblos judíos, cristianos y musulmanes, un rol
exclusivamente judío. Ellos son considerados por los actuales dirigentes de
Israel, como los padres exclusivos de la nación judía, hecho que transforma a
ese Estado y a esa sociedad en algo totalmente diferente del resto del mundo (4),
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