La Falsificación de la Realidad La Falsificación de la Realidad | Page 198

La Falsificación de la Realidad una comunidad. Es, o debería ser, la expresión más refinada de su "filosofía nacional". Naturalmente la inteligencia debería ser una actividad reservada a sujetos inteligentes. Debería ser el producto de cerebros independientes, creativos y audaces en áreas relevantes, tanto dentro como fuera del gobierno. Ello suele ser así en los países con vocación hegemónica, o en aquellos que se encuentran en un ciclo de esplendor histórico (crecimiento político). Suele suceder lo contrario con los países con vocación de pequeñez. En relación a estos últimos se observa un fenómeno permamente, ya que todos ellos se encuentran en definitiva en regiones periféricas, aunque su ubicación geográfica parezca indicar lo contrario. Es precisamente en la vital actividad de Inteligencia donde con más claridad se manifiesta no la ubicación central de esos Estados -tanto desde el punto de vista histórico-cultural como geográfico- sino la profunda vocación atlantista de una cantidad peligrosamente numerosa de sus grupos dirigentes. Su actividad de inteligencia en áreas vitales para su seguridad nacional -como por ejemplo el Oriente Medio- está absolutamente alineada -y alienada- a una visión occidentalista extrema, al punto que los servicios de inteligencia norteamericanos y, en este área específica, los israelíes, seleccionan previamente el tipo de información que esos Estados adquieren sobre el conjunto del mundo árabe-musulmán. La mecánica a través de la cual funciona ese control supranacional y anticonstitucional sobre la inteligencia es muy simple. Los grupos israelíes y norteamericanos manipulan a los estamentos intermedios del servicio; es decir, a los expertos en Oriente Medio, en este caso, e impiden que existan otros accesos de flujo informativo que contradigan la estrategia norteamericano- israelí sobre la región. Esos estamentos, y a través de ellos la completa actividad de una inteligencia que debiera ser nacional, se niegan a recibir información directa y fidedigna de los actores del proceso regional que ya fueron previamente "excomulgados" por Jerusalén y Washington. A partir de allí la Nación desaparece de la escena, se convierte en un apéndice de tercer nivel dentro del bloque al cual pretende adscribirse. La Inteligencia es causa y efecto de un pensamiento nacional. La Inteligencia es la consecuencia del conocimiento (en ningún caso su causa), y la calidad de ambos definirá con toda precisión quién es cada país y quién es quién dentro de cada país. La Inteligencia tiene por función máxima generar poder a través de una preparación adecuada del conocimiento exacto que se necesita en el aquí y ahora nacionales. La Inteligencia debe ser el sistema superior de conocimiento que se estructure a nivel de Estado. La Inteligencia es el máximo grado de complejidad que puede alcanzar la institucionalización de un pensamiento científico interdisciplinario con vocación nacional, es decir, orientado a la diferenciación, es decir, a la 198