La Falsificación de la Realidad La Falsificación de la Realidad | Page 191

Norberto Ceresole "Holocausto" es, también, en verdad, una realidad histórica verificable y dotada del sentido que le adjudica el judaísmo contemporáneo. Ambas coyunturas históricas deben ser aceptadas o rechazadas sin pretender aislar una de la otra. En el primer caso estaríamos legitimando la existencia del Estado de Israel, afirmando: el sufrimiento actual de árabes y palestinos es necesario -o justificable, que es lo mismo- dado el enorme sufrimiento anterior del pueblo judío (elementos base: expulsión española + "Holocausto" alemán). En el segundo caso fracturaríamos la estructura de justificación que actúa de cobertura a una de las acciones "civilizatorias" jamás implementadas por Imperio alguno en la Historia. Los actos de la alianza Israel-Estados Unidos no tienen otra justificación que la naturaleza económica del globalismo y la voluntad de poder del judaísmo, sistemáticamente reiterada a lo largo de la historia. Ambas realidades tienen el denominador común de la exclusión: la exclusión económica del globalismo enlaza armónicamente con la exclusión racial del judaísmo. Ha sido esa voluntad de poder fundamentada en la exclusión racial lo que ha generado todas las versiones históricas y nacionales del fenómeno que los judíos definen como "antisemitismo". En la gran mayoría de los casos todas las formas conocidas de "antisemitismo" no fueron sino reacciones defensivas ante la avasallante búsqueda de poder del judaísmo, que se ve a sí mismo como raza o clase superior, es decir, como "pueblo elegido". Muchos analistas críticos -y hasta muy críticos- del Estado de Israel caen en la trampa de aceptar como válido el "gran sufrimiento anterior" del "pueblo elegido". Es decir, fingen ignorar que la política actual del Estado de Israel es una expresión concreta de la cultura permanente del "pueblo elegido", de la raza superior. Afortunadamente ya existe el conocimiento histórico necesario que socava de manera concluyente la versión judía del llamado "Holocausto". Ernst Nolte propone estudiar la enorme fuerza que tuvo el nacional-socialismo en su conjunto, como producto del contexto histórico nacional e internacional de la época. Sobre esa fuerza, durante años, incidieron numerosos factores, que deben ser analizados uno a uno, día por día, y todos relacionados con su contexto. Respecto de lo que él mismo califica de "antisemitismo popular", Nolte cita al gran sociólogo judío Max Horkheimer, cofundador de la "Escuela de Frankfurt" (53), quien en 1939 sustuvo, en una de sus célebres investigaciones, que "... los ejércitos de desocupados y de pequeñoburgueses de todo el mundo amaban a Hitler en razón de su antisemitismo" (54). En los comienzos de la invasión alemana a Rusia, los comandos especiales de la Wehrmacht y de las Waffen-SS encargados de combatir (eliminar) a los grupos 191