La Falsificación de la Realidad La Falsificación de la Realidad | Page 189
Norberto Ceresole
fiscal realizada por los tribunales inquisitoriales estuvo revestida, como otras
tantas veces en la historia, a lo largo y lo ancho del mundo, de una ideología
religiosa.
Sólo basta leer las actas del Tribunal de la Inquisición de Cartagena de Indias
(actual Colombia), que fue uno de los grandes centros esclavistas americanos,
para confirmar con toda precisión las tareas de policía fiscal de esos Tribunales.
Un modelo de empresario criptojudío esclavista y contrabandista que operó
desde lo que es hoy territorio argentino, fue nada menos que el obispo de San
Miguel de Tucumán, fray Francisco de Vitoria. Sus actividades extra-religiosas
establecen un "caso" que demuestra asimismo cuán profunda era la penetración
criptojudía en la Iglesia Católica española de la época.
A continuación reproduciremos textualmente un párrafo de una carta enviada
desde el puerto de Buenos Aires al Rey de España, firmada por un tal
Licenciado Ruano Tellez, y fechada el 12 de marzo de 1588:
"... cada día vienen navíos (al puerto de Buenos Aires) de portugueses con
negros y mercancías; vienen de Flandes, Francia e Inglaterra... (vienen) del
Brasil, y de allí se dirigen a este puerto de Buenos Aires. El inglés que pasó por
el Estrecho de Magallanes el año pasado tomó dos navíos del obispo de
Tucumán cargados de negros y mercancías que trata de vender en el Perú, y
que yo tengo denunciado en esta Real Audiencia, y he continuado la denuncia
(contra el obispo) por haber sacado catorce o quince mil pesos en oro y plata
para Portugal, sin orden ni licencia de quien se la pudiese dar..." (49).
Para la "investigación académica" judaizante el obispo de Tucumán, fray
Francisco de Vitoria, negrero, contrabandista y criptojudío, es el "... más
interesante y también pintoresco personaje portugués de la segunda mitad del
siglo XVI... Contra la fortuna y la conducta de Vitoria llovieron las denuncias de
las autoridades civiles de la metrópoli y de la Inquisición de Lima. El obispo de
origen portugués fue denunciado por ser hijo de judíos quemados en Lisboa..."
(50).
De los "edictos de expulsión" a Auschwitz
Es evidente que la expulsión de España fue vivida por el judaísmo de toda la
diáspora como una verdadera catástrofe. Era tan fuerte el arraigo de los judíos
en España, su deseo de convertirla en Estado judío que el sentimiento de
tragedia -en la judería mundial- perdura hasta el día de hoy.
En este punto no hay que olvidar que el llamado "Holocausto", del cual sería
responsable, según los "representantes" de la civilización judeo-cristiana, la
totalidad del pueblo alemán, fue en esencia una expulsión de judíos del "espacio
vital" germánico o ario. El diseño original fue el de establecer un gueto mundial,
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