La Falsificación de la Realidad La Falsificación de la Realidad | Page 183

Norberto Ceresole Samuel Ibn Nagrila, recibieron de los califas el encargo de administrar sus relaciones internacionales como ministros de asuntos extranjeros..."(29). Sobre esta cuestión Thomas F. Glick subraya: "Los aristócratas judíos, como Hasdai ibn Shaprut, sirvieron a los Omeyas en diversas funciones, muy frecuentemente como embajadores y médicos. Un caso especial de preferencia por los judíos surgió en la Granada del siglo XI cuando dos miembros de la familia Ibn Nagrila, José y Samuel, sirvieron como visires a los gobernantes bereberes ziríes. El poder que llegaron a adquirir esos hombres se basó en el precario equilibrio de fuerzas entre gobernantes bereberes y la élite árabe del reino. Los judíos representaban el poder económico de las clases medias de Granada... La España cristiana seguía un modelo similar. Los judíos servían a cada gobernante, en especial como cobradores de impuestos, a pesar de las protestas de los zelotes religiosos..." (30). En las "dos Españas" los judíos aspiraron a construir la patria elegida, aprovechando los tres niveles de conflictos que se desarrollaron a lo largo de unos siete siglos: entre cristianos y musulmanes, entre los cristianos entre sí, y entre los musulmanes entre sí. "En la errante singladura del pueblo de la Biblia, Sefarad representa la edad de oro de la civilización de la diáspora..." (31). La literatura producida actualmente por hispanistas judíos plantea con absoluta claridad la alternativa del Estado judío en Sefarad. Refiriéndose específicamente a al-Andalus, la ya citada Evelyne Kenig señala: "En el área sociocultural andaluza, los judíos edificaron una condición coherente y positiva, semejante a la de sus hermanos de Alejandría, diez siglos antes, o de Nueva York, diez siglos después... Hasta pensaron que era posible apoderarse de Andalucía en la coyuntura del conflicto permanente entre los árabes y los bereberes" (32). Judíos, conversos, negros e indígenas en América Una serie de investigaciones que se realizaron desde muy distintos ángulos, desde lugares geográficos absolutamente diferentes y desde posiciones ideológicas y/o religiosas antagónicas entre sí, convergen todas en sostener dos hechos capitales que originaron el mundo moderno en Occidente. Tanto en el proceso de la esclavitud negra (un Mega-genocidio en el cual perecieron 100 millones de africanos) como en las distintas formas de servidumbre a que son sometidos los indígenas de América del Norte, Central y del Sur, participan decisivamente el criptojudaísmo español en América junto a importantes grupos de judíos, en su mayoría sefardíes expulsados de España y Portugal que encuentran refugio en Inglaterra, Holanda, ciudades de Africa del Norte, etc. En el caso específico de la servidumbre y posterior aniquilación física de grandes masas de indígenas americanos, la documentación existente en la actualidad no deja lugar a dudas de que los principales "ejecutivos" de esas 183