La Falsificación de la Realidad La Falsificación de la Realidad | Page 18

La Falsificación de la Realidad "gentes de la tierra". Es decir, el Estado de Israel señala a su enemigo, y no al autor de un acto terrorista. Los intelectuales judíos europeos y norteamericanos han construido imágenes espeluznantes del "terrorismo islámico". Pero recordemos que en el mundo de hoy hay mil trescientos millones de musulmanes y menos de 20 millones de judíos. Y que también dentro de los EUA los musulmanes ya superan en número a los protestantes episcopalianos (Fuente: Samuel P. Huntington, Intereses exteriores y unidad nacional, Foreign Affairs-Política Exterior, enero-febrero de 1997). Pero la irresolubilidad del "caso argentino" (los judíos están condenados a incrementar las agresiones sobre el país hasta que aparezca el "culpable" que ellos quieran: lo que significa que para sobrevivir, ese país y esa sociedad deberán enfrentarse al judaísmo o desaparecer de la historia) fue una conclusión, llamémosla teórica, muy posterior en el desarrollo de mis investigaciones. En un comienzo yo no tenía conciencia en absoluto de que el judaísmo era un fenómeno criminal, en especial desde la creación del Estado de Israel. La conciencia vino con el conocimiento. Cada capítulo de este libro representa un paso en ese proceso de conocimiento. Cada capítulo es la continuación temática del anterior. Así y todo, este es un libro práctico. Nace de la constatación de un hecho que estuvo integrado por dos situaciones simultáneas: un sector judío produce un atentado terrorista contra otro bando judío, pero el judaísmo en su conjunto pretende endosarle la responsabilidad de esas acciones a un tercer actor que no tuvo ni arte ni parte en los sucesos, ya que más que actor era espectador. A ese espectador ya lo hemos definido como el Terrorista Inexistente. Pasó mucho tiempo hasta que pude percibir que la maldad profunda que subyace en esas operaciones de terrorismo ocurridas en la Argentina, y en su posterior travestización orientada a encontrar a un culpable inexistente, es parte de una metodología perenne, consustancial a la historia judía. Por ejemplo en el Génesis se relata la historia de Jacob, que es llamado Israel. Los hijos de Jacob, es decir, el núcleo básico de la tribu de Israel, pasan a cuchillo a la tribu cananea que los había acogido con generosidad. Para ello utilizan una excusa trivial y seguramente falsa: la seducción de Dina. Lo más probable es que la familia-tribu de Jacob optara por apoderarse por la fuerza de las tierras de Jamor. Crimen y engaño, engaño y crimen. La acción no es aprobada por el padre (Jacob) quien sin embargo tampoco castiga a sus hijos, que pasaron por la espada "a todo varón": el daño que ellos causan con su "pequeño" genocidio evita tal vez un daño mayor, que es el integrarse genéticamente a la tribu cananea. De todas formas hay que huir, ya que las otras familias cananeas se organizan para castigar el crimen y la traición cometidos por los israelitas. Mientras tanto José, expulsado de la familia por una cuestión de poder (sucesión), utiliza otro método: se infiltra en la corte del Faraón donde alcanza una extraordinaria influencia. Desde esa posición de poder llama a toda la tribu y la establece en Egipto, quien acoge a los hebreos con una generosidad extraordinaria y sin ningún tipo de prejuicios. La tribu 18