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La Falsificación de la Realidad
En estos momentos en los cuales ya son manifiestos los signos del " crepúsculo de Occidente " ( Huntington ) es absolutamente lícito volver los ojos , con vigor y rigurosidad , hacia el punto de inflexión a partir del cual España se homogeiniza nacionalmente y se expande universalmente . Esas dos grandes operaciones estratégicas sucesivas se realizan en 1492 y se estructuran a partir de grandes decisiones no sólo legítimas sino , además , fundacionales , que son las eliminaciones prácticamente simultáneas de las discontinuidades inviabilizadoras antes señaladas .
A partir de 1492 , España se convierte en la dueña del Atlántico y sienta las bases de una hegemonía mediterránea de cara a un Oriente continental y tan musulmán como lo había sido ella misma , en el esplendor de al-Andalus . Ambos desarrollos geoestratégicos se frustran por la entropía creciente que genera su política europea . Cinco siglos más tarde de ser la dueña del Atlántico , España pasa a ser un país atlantista , dependiente y desgarrado , con una cultura propia y una identidad cada vez más débiles .
Es por esa posición subalterna en Occidente y en Europa ( 13 ) que España es obligada a justificar hechos que en su momento fueron legítimos y fundacionales , y a pedir perdón por una expulsión , ocurrida 500 años antes , de una comunidad que vivió permanentemente escindida de la sociedad española - y que había sido opresora y conspirativa . No se puede vivir como país atlantista y desgarrado sin ese previo acto de contrición , que está exactamente en las antípodas de la grandeza de la homogeneización y de la universalización comenzada en 1492 .
Hay un mundo de distancia entre dominar el Atlántico y ser un país atlantista con una disponibilidad de poder de tercer nivel . Es la misma enorme distancia que existe entre ser un país europeo y estar europeizado al estilo Maastricht .
Estas distancias diferenciales entre distintos momentos históricos y distintas configuraciones geoestratégicas se agudizan aún más en estos momentos crepusculares que vive Occidente ( Abendland , para utilizar un concepto de Oswald Spengler ). Esa decadencia se manifiesta en una progresiva indiferenciación cultural , a través de la cual la identidad católica original ( 14 ) se integra a la cultura judío-cristiana actual .
A partir de esta indiferenciación-integración se " legaliza " y legitima la revisión judía de la historia de una España que ha devenido occidental-atlantista . Esta revisión ya se está realizando y tiene por objeto invertir los hechos , en la misma relación en que ya se han invertido las ubicaciones geopolíticas . Las situaciones que fueron legítimas y fundacionales de un determinado espacio geopolítico se convierten en ilegítimas dentro de otro espacio estratégico , fundamentado en otros presupuestos " ideológicos ".
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