La Falsificación de la Realidad La Falsificación de la Realidad | Page 169
Norberto Ceresole
Holocausto en tanto y en cuanto constituye la sacralización negativa de la
historia contemporánea de Alemania. "Negamos" las sacralizaciones construidas
para satisfacer fines eminentemente políticos generados mucho después de
producidos los hechos.
Como sostiene el historiador alemán profesor Ernst Nolte, el pensamiento
científico no puede callar por más tiempo. No existe el "crimen único" ni el "mal
absoluto", como pretenden los mitófilos de cualquier signo. El principio más
elemental de la ciencia sostiene que todos los fenómenos humanos guardan
relación con otros fenómenos humanos. Todos ellos deben comprenderse a
partir de esas relaciones. El principio más elemental de la ciencia sostiene que
en el estudio de esas relaciones deben excluirse todas las reacciones
emocionales, incluidas las religiosas, por muy legítimas o poderosas que ellas
sean. "El pensamiento científico sostiene que el acto más inhumano es siempre
'humano' en el sentido antropológico; que el 'absoluto' de postulados y máximas
morales, como por ejemplo: 'no matarás', no es tocado por la determinación
histórica, en el sentido que desde los principios de la historia hasta el presente
la matanza de hombres por hombres, la explotación de hombres por hombres,
han sido realidades permanentes; que el historiador no debe ser un mero
moralista...
El absoluto, o sencillamente lo singular en la historia sería un 'numinosum', al
que sólo debería uno acercarse en actitud religiosa, pero no con criterios
científicos" (Sobre Ernst Nolte: ver pags. 360 y ss.).
La tarea del pensador es analizar las conexiones de los procesos históricos y
sociales. Debe preservarse de las críticas de los que quieren confrontar el "mal
absoluto" en nombre del "bien absoluto". "Sólo el análisis mismo y no
profesiones de fe y aserciones prematuras logrará acercamientos progresivos a
la realidad histórica" (Nolte).
Desde posiciones de poder en otros tiempos inimaginables, algunos hoy
proceden de forma inmoral, y creen poder colocarse, sin más ni más, en la
antítesis de la ciencia, ya sólo quieren admitir a determinados grupos humanos
entre un sinnúmero de víctimas. Ello es así porque están convencidos de la
existencia de una desigualdad esencial entre los seres humanos, a pesar de que
ellos -"los elegidos"- son tan culpables como aquellos a los que acusan. "Se
sobreentiende que no deben negarse las diferencias, porque en ella radica la
esencia de la realidad. Sin embargo, el pensamiento histórico debe oponerse a la
tendencia del pensamiento puramente ideológico y emocional, orientado a
afianzar esas diferencias... La pretendida neutralidad del pensamiento histórico
no puede ser de carácter divino y por ende estar a salvo de cualquier error... El
pensamiento histórico debe estar dispuesto a revisarse, siempre y cuando se
presenten buenas razones y no sólo voces de indignación renuentes a aceptar
que es preciso explicarlo todo en la medida de lo posible, pero que no todo lo
explicado es comprensible y no todo lo comprensible se justifica. Por otra parte
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