La Falsificación de la Realidad La Falsificación de la Realidad | Page 158

La Falsificación de la Realidad son movimientos que aspiren a sumarse a filiales de partidos o de sindicatos cuya casa matriz está instalada en Buenos Aires. Son movimientos cuya única posibilidad de supervivencia está localizada en un giro copernicano de los contenidos políticos tradicionales. Incluso en una transformación esencial de los viejos discursos culturales, incluidos los discursos "nacionalistas". A partir de la movilización popular del 16 de diciembre de 1993, ocurridos en la Provincia de Santiago del Estero, tuve el honor de ser convocado para elaborar los grandes lineamientos de un documento político representativo de la creciente conciencia existente sobre el vacío de poder que se avecina y sobre las formas y los mecanismos disponibles para enfrentarse a las líneas de fractura del poder tradicional. El siguiente texto ejemplifica la creciente conciencia que existe sobre las enormes perspectivas que se abren para el ingreso a la Historia: "MANIFIESTO DE LOS PUEBLOS DEL NOROESTE ARGENTINO El viejo proyecto nacional, liberal y mercantilista, con epicentro en el puerto de Buenos Aires, ha llegado a su fin. Ese modelo reconocía la hegemonía social de una oligarquía agraria, industrial y financiera de naturaleza intermediaria y ausentista; y la vigencia, impuesta con un alto costo social y geopolítico, de una cierta idea de nación dentro de la cual quedaban excluidos todos los hombres y tierras de la Argentina que no servían al modelo. La permanencia en el tiempo de ese modelo que concebía a la Nación Argentina de manera unitarista (pero nunca unitaria, en el sentido de la necesaria igualdad que debe existir entre hombres y regiones de una misma Patria) provocó espantosas destrucciones humanas y geográficas. Millones de compatriotas fueron excluidos de los circuitos de la producción y del consumo. Cientos de miles de kilómetros cuadrados de espacio nacional pletóricos de vitalidad económica fueron expulsados de los negocios limitados y limitantes de la aristocracia financiera. Así, ese modelo de país se convirtió en una inmensa e implacable maquinaria de producción de hombres sin tierra y de tierra sin hombres. Se fabricó una nación con una galería iconográfica de "próceres" de una libertad iluminista que nunca alumbró a los hombres de esta tierra. Una "patria" abstracta e irreal fue la imagen que pretendió reemplazar a los hombres reales de sus tierras concretas. Los argentinos fuimos perdiendo rango, dignidad y territorio. Quedamos indefensos ante las agresiones externas e inertes ante los que gerenciaban el modelo de cara al interior pero al servicio del exterior. Millones de argentinos sin tierras, habitantes humillados de un país inmenso pero impedido de producir, se 158