La Falsificación de la Realidad La Falsificación de la Realidad | Page 126

La Falsificación de la Realidad no) que operan en favor del Estado de Israel, del lobby judío-norteamericano y de la alianza esencial existente entre Washington y Tel Aviv. Cualquier intento que en esa dirección pretenda realizar el actual Estado argentino, será (es) percibido por el business de los sectores hegemónicos -judíos y no judíos- como un grave atentado contra sus intereses. De allí en más, la frágil estabilidad de este gobierno saltaría en mil pedazos. Tal el núcleo lógico esencial que inviabiliza hoy el futuro de nuestro país. En nuestro país estamos viviendo, sin duda, un fin de época, tanto en lo que respecta al "modelo" económico, social y cultural como en lo que hace a la destructora inserción en el mundo que produjo el actual gobierno argentino al aceptar -en su momento, y ahora- la realización de tal modelo. Por lo tanto, un análisis detallado de la crisis que vive la sociedad argentina hoy se impone, ya que se trata de las etapas finales de una estrategia neoliberal que en su momento fue expuesta ante el mundo financiero y académico como modélica, casi "salvacionista". Pero el caso es que la crisis del sistema en la Argentina coexiste con la eclosión de lo que hemos llamado la "cuestión judía" (23). En realidad, ambos elementos son indisociables. Lo que exige mantener un nivel de análisis aparentemente muy polarizado en temas aparentemente muy extraños unos respecto de los otros (escenario de guerra en Oriente Medio y crisis -en el otro extremo del mundo- de un modelo económico neoliberal con "tipo de cambio fijo", por ejemplo). La lucha por la reconquista de la dignidad del hombre argentino y la lucha por la recuperación de la viabilidad de la Argentina en tanto Patria (ese concepto tan cálido y tan olvidado), son cuestiones que no pueden ser separadas del actual combate mundial de los pueblos -de todos los pueblos- contra una globalidad indiferenciadora y crecientemente perversa. El hiperjudaísmo, como ya hemos dicho, es una parte constituyente esencial del globalismo que separa a la población mundial trazando una frontera infranqueable entre "elegidos" y humillados. Por una cuestión de geografía, pero también de teología, son los palestinos, los libaneses y otros pueblos árabes y musulmanes los más próximos y por lo tanto los más afectados por el gran tigre nuclear israelí. Que ha sido creado, alimentado y - hasta el día de hoy- mantenido por los intereses del capitalismo globalista y por la enorme influencia mundial del lobby judío-norteamericano. Nuestra participación en esa lucha de toda la humanidad excluida contra "los elegidos" se puede focalizar no sólo en la búsqueda de una limitación de los poderes judíos operantes en y contra la Argentina. Sobre todo se debe canalizar en la comprensión de que nuestra propia catástrofe social y cultural no es ajena a ese vasto nuevo combate mundial por la dignidad de los humillados y los excluidos, y por la recuperación de sus respectivas identidades nacionales. Una vez más: La "cuestión judía" no es algo exterior a nosotros, sino un componente interior básico de nuestra propia crisis. 126