La Falsificación de la Realidad La Falsificación de la Realidad | Page 122

La Falsificación de la Realidad Ya hemos señalado repetidas veces que aquellas funciones de servicio a la seguridad israelí no afectan, siquiera remotamente, a todos los judíos residentes en el país. Sólo afecta a su núcleo institucional más prominente. Pero por desgracia, en muchos casos, una parte significativa del resto de la comunidad actúa finalmente por solidaridad con los núcleos directivos más activos. La Argentina es teatro de operaciones de conflictos globales, en rigor de verdad, desde el origen mismo de su "historia independiente". En los últimos tiempos lo fue durante la larga y oscura noche del "combate contra el comunismo". Ese es el período de mayor sufrimiento y desgaste de nuestra autoconciencia como país digno y soberano. En relación con el Medio Oriente lo ha sido desde la fundación del Estado de Israel y desde la consolidación en nuestro país de una delegación asentada en una comunidad prominente, tanto en lo cuantitativo cuanto en lo cualitativo. Las instituciones que representan a esa delegación/comunidad fueron parte constitutiva orgánica del esfuerzo militar israelí y, por lo tanto, hoy deviene en espacio natural de la lucha entre facciones religiosas y militares opositoras a la política coyuntural de ese Estado. Gran parte de los "soldados de Israel" nacidos en la Argentina pero educados como judíos son hoy prominentes militantes del fundamentalismo, en tanto ideología movilizadora de los colonos de las tierras ocupadas. Gran parte de esos soldados de Israel constituyen la proyección de poder (en la Argentina) de ese movimiento. El bombardeo que en Buenos Aires se produjo sobre un objetivo representativo de la comunidad judía en la Argentina (en la que casualmente no murió ningún dirigente de esa comunidad, pero en cambio, sí, muchos argentinos nativos) fue recibido por algunos grupos de Tel Aviv y de Jerusalén como un golpe militar muy fuerte a la estructura global de seguridad del Estado de Israel. Se trata de acciones que muestran lo vulnerable que es el Estado de Israel, porque esas acciones manifiestan profundas luchas y fisuras interiores. El Estado de Israel utilizó y está utilizando esta "tierra de paso" que aún es un espacio que nosotros, con desesperación creciente, quisiéramos ver convertido en Patria ¿Qué otra cosa puede ser una Argentina crecientemente desnacionalizada, desmemoriada, descerebrada, estupidizada, humillada y desterrada sino teatro de operaciones de conflictos distantes y distintos? Operaciones militares, como la del 18 de julio, no han ocurrido antes porque recién ahora se disipa el humo cultural de la bipolaridad. Recién ahora comienzan a emerger confrontaciones culturales y religiosas de naturaleza radicalmente diferente a las que han tenido vigencia durante las últimas décadas. La supervivencia de la Argentina depende, en grado sumo, de la capacidad de su estructura de poder para convertir el espacio nacional en un territorio no 122