adaptación que necesitamos tener a estos cambios
rápidos hacen que tengamos que abordar estos te-
mas y tener muchas fuentes de energía que nos per-
mitan completar la matriz y aprovechar las ventajas
que tiene Chile en cada una de las regiones. también con el transporte de sedimentos y cambios
de problemas físicos que generan las estelas de las
turbinas. Todo eso requiere investigaciones multi-
disciplinarias, las que estamos desarrollando en la
Universidad.
Aún no existe ningún proyecto instalado en el país,
sin embargo, existen centros de investigación que
están avanzando en el tema. Actualmente, estamos trabajando con químicos e in-
genieros ambientales que están estudiando proble-
mas de corrosión en ambientes marinos. También
trabajamos con biólogos que estudian la interacción
con micro invertebrados y mamíferos marinos.
¿Qué zonas de nuestro país se consideran más
idóneas para generar este tipo de energía?
Las energías de corrientes fundamentalmente están
en canales costeros, y desde ese punto de vista, hay
lugares que podrían entregar una cantidad de ener-
gía suficiente para estar conectados a la red.
Principalmente, la zona de los fiordos en el sur, todo
está concentrado en esa zona.
Por ejemplo, hay gran potencial en el Canal de Cha-
cao o en el Estrecho de Magallanes, pero también se
puede pensar en soluciones locales a partir de las
cuales uno podría entregar energía a comunidades,
usando corrientes de marea.
¿Cuál sería el aporte tanto económico como social
de su aplicación?
Todas estas fuentes de energía son importantes para
el desarrollo del país, y cuando hablamos del mar,
hay múltiples actividades que están relacionadas,
entonces, de alguna forma estas nuevas energías,
ya sea de corrientes o incluso de oleajes, tienen que
compatibilizarse con todos los otros desarrollos que
existen en la costa de Chile. Como tenemos bastante
potencial, creo que podría ser un aporte significativo,
no solamente en términos de la energía que pueden
entregar, sino que para aportar al desarrollo del país
y contribuir a la sociedad en general.
¿Se genera algún efecto contaminante que pueda
alterar la biodiversidad de los ecosistemas marinos?
Hay muchos efectos que las energías marinas pue-
den producir. Eso es justamente lo que estamos es-
tudiando. No solamente en términos de producir, por
ejemplo, contaminación acústica, o de generar algún
tipo de interacción desfavorable al ambiente marino,
5 explora.cl/rmnorte
Además de aspectos sociales y económicos, todo lo
anterior tiene que ir de la mano para resolver el pro-
blema de manera integral. No solamente se puede
pensar en un aspecto, además hay que pensar en la
gente, en el financiamiento y los impactos que esto
tiene en el mar.
En la actualidad, ¿existen proyectos concretos que
trabajen en la aplicación de este tipo de energía en
nuestro país?
Yo formo parte de MERIC (Marine Energy Research
& Innovation Center), un consorcio entre la industria
y la Universidad Católica, en el que avanzamos para
lograr el desarrollo de estas energías no solamente
en Chile, sino que en el mundo. Estamos colaboran-
do con investigadores en Europa y Estados Unidos,
de manera que podamos generar avances en cien-
cia y entregar las respuestas que se necesitan para
el desarrollo de la tecnología en energía marina, y al
mismo tiempo, preparar el capital humano. Pero aún
faltan algunos años para que esto se pueda imple-
mentar, aunque ya hay prototipos instalados en el
Reino Unido y el noreste de Francia.
Por otra parte, como las turbinas para generar ener-
gía con las corrientes de mareas se están recién
creando, hay muchos tipos de diseños. Hay algunas
turbinas que se instalan en el fondo del mar, otras
que están flotando, otras que tienen ejes verticales
u horizontales, otras que oscilan, entonces, hay mu-
chas tecnologías compitiendo.
Cada una tiene sus distintos desafíos, no solamente
desde el punto de vista tecnológico, también en los
tipos de impacto que se generan y cuántas turbinas
se necesitan para que esto se pueda instalar.