La Cencia de Hacerse Rico - Wallace D. Wattles Wallace D. Wattles | Page 40
La Ciencia de Hacerse Rico
apreciar la buena comida puedan ser alimentados
opíparamente.
Él quiere todas estas cosas porque es Él quien disfruta y las
aprecia;
es Dios quien quiere tocar y cantar, disfrutar de la belleza, y
pro‐clamar la verdad y vestir ropa fina, y comer suculentas
comidas. “Es
Dios el que trabaja en ti para desear y para hacer,ʺ dijo Pablo.
El deseo que usted tiene de riqueza es el Infinito, buscando
expresarse a Sí mismo a través de usted, tal como Él
procuraba encontrar la expresión en el niño del piano.
De modo que usted no debe vacilar en pedir con largueza.
El papel de usted es focalizar y expresar el deseo a Dios.
Esto es un punto difícil para la mayoría de la gente;
mantienen algo de la vieja idea de que la pobreza y el
sacrificio complacen a Dios. Ellos consideran la pobreza como
parte del plan, una necesi‐dad de la naturaleza. Tienen la idea
de que Dios ha terminado Su trabajo, y ha hecho todo lo que
Él puede hacer, y que la mayoría de los hombres deben seguir
siendo pobres porque no hay suficiente para todos. Ellos están
tan imbuidos de este pensamiento erróneo, que se
avergüenzan de pedir riquezas. Tratan de no desear sino una
habilidad muy modesta, lo justo para hacerlos sentirse
cómodos.
Recuerdo ahora el caso de un estudiante a quien le dijeron
que él debía formarse en la mente una imagen clara de las
cosas que dese‐aba, de modo que el pensamiento creativo
pudiera ser impreso en la Sustancia sin Forma. Él era muy
pobre, vivía en una casa alquilada, teniendo sólo lo que
ganaba día a día; no podía comprender el hecho de que toda
la riqueza era suya. Por eso, después de meditar el asunto,
decidió que, razonablemente, podría pedir una alfombra
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El deseo q ue
usted tiene de
riqueza es el
Infinito,
buscando
expresarse a Sí
mismo a través
de usted.