Jacques cousteau divulgacion jacques | Page 9

Cuando pensamos en el mar tenemos todo tipo de prejuicios. Posiblemente en ningún otro terreno sea esto más real que en lo que respecta a la búsqueda de alimentos, una actividad tan significativa dentro del mundo animal. Por ejemplo, ¿cuántas veces hemos leído en libros, en artículos de revistas, o hemos oído a nadadores y marineros comentar que el tiburón es un ´asesino. Se han distribuido varios filmes de bastante éxito en los que aparecen primeros planos de enormes tiburones en medio de un ´ataque de hambre mordiendo ruidosamente a animales muertos con la persistencia de un robot, arrancando con sus temibles dientes y mandíbulas grandes trozos de carne con la misma facilidad con la que se toma una cucharada de mantequilla blanda, mientras el mar se llena de sangre y de carroña. Es, sin duda, una escena aterradora, suficiente para hacernos sentir escalofríos en la espalda[…]. Sin embargo, librarnos del tipo de proyección que convierte a este pez limitado en un ´asesino no resulta tan fácil como parece, porque nuestras respuestas mentales al mundo exterior están influidas por los miles de monitores culturales silenciosos que controlan cada segundo de nuestra vida. La mayoría de nosotros creemos que la nutria de mar es una criatura ´adorable. Al igual que un koala y el panda, sus rasgos faciales están dispuestos de tal manera que nos recuerdan un poco los de un niño, y nuestro corazón reacciona espontáneamente ante esta circunstancia.