Isla #1 | Page 22

de La ansiedad que socava mis labios se respira como la poesía que habita en los escombros de la vida, simple, serena, dormida. Caen los revoques de la memoria como luciérnagas a lo blanco y ya no queda nada más que un pensamiento, distante como un eco, latente como tu mentira. No siempre quise decir algo y hoy no es distinto. La ceguera que enmudece mis labios se respira como suspiro sin consuelo, compleja, alzada y puta.