iParent Magazine espanol Issue 07 June 2015 | Page 18

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Recuerda ESO la próxima vez que quieras hacer un berrinche en Applebees, hijito. Comenzarán a apreciar lo que hiciste por ellos. Puede que incluso crezcan y te llamen “bendita”.

3) Enséñales el valor del dinero. ¿Cuántas veces caminas por las tiendas acosada incesantemente porque hagas compras extras? Escuchas cuánto necesiiiiiiiitan Twinkies para sus loncheras; cuán necesario es que les compres los Timberlands que todos sus amigos usan. Puedo solucionarte esto durante los primeros 20 minutos de estadía en el parque. Diles a tus hijos que todas sus comidas y bebidas han sido traídas para ellos porque tú eres, de hecho, una madre organizada y amorosa.

Luego, diles que les trajiste sus mesadas semanales por si necesitan comprar algo extra. Por último, procede al toque final. Repite lo siguiente claro y despacio. “Dejé mi monedero y demás instrumentos monetarios en el carro”. Definitivamente, los dejarás sin aliento. Probablemente sientan desmayar. Algunos tal vez requieran usar sus inhaladores. No se asusten. Los exagerados precios de las golosinas y los juegos de feria serán suficientes para que tus hijos entiendan que nadie realmente “necesiiiiiiiita Twinkies”.

2)Está permitido reírte de tus hijos. “¡Oh, pero cómo podría!” Sí, claro que puedes. Cuando tu hijo está de mirón, al punto de que su concentración lo lleva a tropezarse de frente contra el pronunciado escote que lo tiene lelo, por supuesto que puedes reírte. Cuando tu hija aterrada te aprieta el brazo en una montaña rusa para bebés, tú vas a (y debes) reírte. Cuando tu pequeño que recién camina, se queda petrificado conforme Dumbo se eleva de uno a dos pies de altura sobre el suelo, llorarás de la risa. Apuesto a que incluso te hallarás meciendo el carrito de la rueda de la fortuna a escondidas, sólo para carcajearte a expensas de tus hijos una última vez, antes de abandonar el parque.

1) Dormirán como troncos. Sin lugar a dudas, no hay nada como un día de terror y sobre estimulación para noquear hasta el más insomne. Luego de atiborrarse de toneladas de azúcar; de los paseos en las montañas rusas, y de caminar medio maratón, es probable que tus hijos duerman hasta el día siguiente. Te extrañará y sentirás la necesidad de chequear si se encuentran bien. Créanme amigos… Están bien. Están más que bien. Por el sólo hecho de haber estado el día entero con ustedes, riendo, aprendiendo invalorables lecciones, y compartiendo tiempo de calidad en familia. Dejen que estos momentos de paz los renueven, hasta que sus hijos se despierten y encuentren algo nuevo de qué quejarse.

¿Por qué deberías ir a un parque de diversiones este verano? Porque lo necesitas. Habrán gritos, risas, desastres; lentes, sombreros, llaves, y teléfonos extraviados. Habrá comida chatarra, cabezas mal contadas, caos, y ausencia de siestas. Y será el mejor recuerdo que tendrás en los años por venir.