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Afirmó, del mismo modo, que, dentro de este contexto global, Europa se debate en una crisis existencial. La irrupción de los populismos, de la xenofobia y la carencia de una auténtica identidad europea, comprometen el fututo de Europa. Este continente necesita líderes fuertes, comprometidos con Europa y capaces de acercarse al ciudadano.
Los movimientos antisistema y antiglobalización, fomentados por el populismo, la crisis de los refugiados y el Brexit están fomentando, según González-Páramo, “un sentimiento euro- escéptico” en toda Europa.
Para hacer frente a estos desafíos, añadió que se necesita más Europa. “O Europa permanece unida o desaparecerá”. Para ello se necesitan líderes con visión europea por encima de los intereses nacionales. Más Europa significa más compromiso, completar la unión bancaria y la unión de los mercados de capitales, avanzar en la integración fiscal, progresar hacia un mercado único digital y definir y comprometerse con la meta final de una unión económica y política. Para que ocurra, dijo, acabará siendo necesario una Europa a dos velocidades, con diferentes niveles de integración durante un periodo de tiempo limitado, pero con una meta única y final de una Unión Europea, política y económicamente integrada y, sobre todo, solidaria.