la perpectiva de las personas a mi alrededor. El miedo a
fallar no existe”.
Para Arreola (Lavadero), las emprendedoras se quedan
en niveles muy básicos. “En proyectos de tecnología y
negocios de alto impacto no ves a muchas. Siempre me
divierte, y preocupa, que cuando se enteran que en Lavadero somos dos mujeres, no lo pueden creer. Quiero
decirle a otras mujeres que no pasa nada, porque esto es
muy divertido. Aunque la gente te vea como un animal
exótico y especial, si estás en un evento levantando dinero
y buscando alianzas, siempre te prestan atención”.
Para ella, México parece un país con bastante equidad
de género en los emprendimientos y si bien no ha sido
víctima de discriminación, aún falta trabajo para la igualdad. “Nunca he sentido que me insulten o que no les importen mis ideas por ser mujer, porque el sexismo es muy
sutil. El problema es de los dos lados, porque las mujeres
somos las principales responsables de que no hayan más
emprendedoras. Somos mala onda con nosotras mismas”.
Franco (Machina) opinó que no todo se debe centrar
en la igualdad. “Aunque hombres y mujeres debemos ser
tratados iguales, la verdad es que no lo somos. La mujer
tiene cualidades, como el multitasking, que al hombre no
se le dan. Tenemos un sexto sentido que ellos no tienen y
somos más sensibles en muchos aspectos”.
Arreola respaldó esa idea: “Somos diferentes, pero antes no nos dábamos cuenta de lo que aportábamos. No
explotábamos las habilidades femeninas. Nosotras aprendemos cosas muy peculiares del género masculino, como a
ser más arriesgadas, aventarnos, levantar la voz y sentirnos
orgullosas de lo que hemos construido”.
Alba apuntó: “Las mujeres tenemos esa ventaja de hacer todo a la vez. Esto permite que consigas cosas increíbles aunque nadie lo espere, es como un doble logro”.
Pese a las ventajas, Franco reconoció ser la más cuadrada entre sus socios lo que hace todo más complejo, pero “a
veces puedo ver cosas que ellos no entienden y eso es porque soy mujer. Lo ideal es llegar a un acuerdo y continuar
ese trabajo de equipo porque en solitario fracasas seguro”.
El papel de la mujer dentro de los emprendedores sigue en desarrollo. Ellas han encontrado el camino y la
tecnología, más que un enemigo, se ha convertido en una
aliada para que sus ideas y visiones se concreten en realidades. Su lucha en este terreno ya ha dejado beneficios y,
sin duda, generará mayores innovaciones.
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