InformationWeek México — Abril 2015 | Page 14

[de portada] puestas creativas, hasta que uno de sus mejores amigos falleció por VIH / Sida. Entonces se dio a la tarea de hacer algo que pudiera cambiar esa realidad. “Me parecía estúpido que una persona falleciera por no haberse tomado 10 segundos para ponerse un condón”, señaló en entrevista. Aunque su primera opción fue crear una organización que regalara condones, la búsqueda de recursos y la burocracia en el país le complicaron su objetivo. Por ello decidió irse por el camino tecnológico y casarse con el comercio electrónico, lo que fue el inicio de Rubberit. El sitio no solo ofrece a sus clientes comprar condones en línea, pagando con tarjetas bancarias, depósito o vía PayPal; sino que le permite decidir dónde recibir su envío y cada cuánto: una vez, cada 30 o 60 días. El servicio promete discreción al entregar los condones (Playboy, Sico y Prudence) en unas cajas “resistentes”, sin publicidad y dentro de un sobre con remitente personalizable. Rubberit abarca toda la República mexicana, el primer envío tarda 72 horas, a menos de que se soliciten preservativos sin latex para los cuales la espera es de cinco a 10 días hábiles. La membresía mensual o bimestral no tiene plazo forzoso. La compra mínima es una mezcla de seis condones (clásicos, con sabor, aroma o texturizados) y un lubricante por $155 pesos. “La idea es darle a la gente el control de su sexualidad. Además incorporamos la parte filantrópica de donar un condón por cada unidad comprada y realizamos jornadas de educación sexual en diversas zonas del país. Es como una especie de Frankenstein donde se regalan condones y también se venden para generar ingresos y con ese dinero tener un mayor impacto”. Si bien los condones son para que los hombres los usen, Rubberit está dirigida para ambos sexos y lo curioso es que tiene más clientes mujeres. “Hacemos accesible que ellas se protejan. Tiene mucho que ver con la comunicación: nuestra forma de tratar el sexo no es sexosa, ni sucia, por lo que no te sientes oprimido en la conversación. Muchas empresas sí lo hacen”. Rubberit se inició formalmente en octubre de 2012 y para mayo de 2014 ya habían vendido un millón de preservativos. “Vamos cerca del segundo [millón] y queremos más”, apuntó Alba. El montar una tienda de condones por internet no ha evadido a su fundadora de situaciones incómodas como mujer. “Me han tocado reuniones o personas que creen 14 InformationWeek México Abril, 2015 May alba, Rubberit.co que porque yo vendo preservativos y hablo de salud sexual estoy dispuesta a más de una cosa. Eso es algo que debemos cambiar”. De acuerdo con la emprendedora, actitudes de ese tipo no deben dejarse pasar o aceptar que son así. “Hay que tener muchísima paciencia, pero también debes levantar la voz y decir: ‘Estoy teniendo una reunión contigo, pero no es de carácter personal, son negocios’. Siempre trato de aclarar eso de la forma más honesta y educativa posible”, agregó. Malas entre ellas Fundadoras de su propio negocio, las tres CEO coinciden en que la primera barrera de una mujer para emprender está en ella misma. “Crecí pensando que no iba a ser más que una mamá y esposa, porque vengo de León donde la mentalidad es muy cerrada”, recordó Alba (Rubberit), quien encontró como fórmula darse la libertad de equivocarse, “cometer todos los errores que pueda porque sé que nadie espera más de mí. Si logro mis metas, cambio