Reino verdadero
David Escalona Carrillo (David D’Omni)
Artista de la música y de la plástica
La Habana, Cuba
R
azas, colores y sabores, junto a mixtura, matices y ajiacos, van definiendo este amanecer galáctico. Para mí fue una corroboración de tales mezclas participar en AFRICAMERICAS II, con
gente de varios pueblos y edades, entre charlas, artes plásticas y canción. El tema de este evento,
celebrado en Pittsburgh, era claro: ´´la raza´´. La realidad era clara: ´´no había nadie de raza pura´´; se
veía en los rostros la mezcla milenaria de etnias y el deseo general de continuar en ascenso hacia la
nueva humanidad, que ya existe en nuestros cuerpos, pero no se hace tan clara en los circuitos de poder.
Parece mentira, fantasía y hasta un poco de locura que haya gente que aún segrega al prójimo dando la
espalda a su propia sangre. Parece ignorancia, estupidez y maldad el orgullo por la nobleza y la clase
en apariencia, de espaldas a la realidad de que nobleza y clase son estados de sangre y alma. Me siento,
de pronto, en un reinado paralelo, entre ministros, reyes y pueblo. Los reyes son reyes por su sangre,
porque inspiran respeto su mirada y su obrar; los ministros reconocen el liderazgo del alma y saben
poner su talento en función con humildad y gozo; el pueblo aporta con auténtica cultura y trabajo en
equipo. Permítanme aclarar qu e este reino paralelo existe y es reino triunfante, porque reconoce lo
auténtico en la acción y ha destronado a los falsos reyes, ministros y plebe de un reinado que promueve
el valor en la cáscara y reprime, por temor, el jugo en la fruta. Reino gobernado y habitado por gente
de alma estrecha que, por falta de brillo en la mirada y calidez en el abrazo, se esconden en trajes caros,
coches del año, armas y apariencias huecas para llenar un vacío que da pena y lástima; gente que a
golpe de violencia, movidos por la envidia y el odio, han ido calando en nuestra sociedad disfrazados
de auténticos líderes y mesías porque son reyes del disfraz. Ahí nace mi devoción por quienes saben
reconocer una mirada; su palabra es acción, son verbo hecho carne y trascienden raza, filosofía y religión. Me siento profundamente agradecido por la invitación a este evento, por las manos que me ayudaron a sostener el pincel, por quienes gozaron mi música y por un espacio de integración y un City of
Asylum que permitan la manifestación del reino verdadero.
Encuentros
David D’ Omni, 2014
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