“guerreros”, porque el término tiene no sólo la
acepción literal de “persona involucrada o experimentada en la guerra”, sino también el sentido
figurado de “persona que demuestra o ha demostrado gran vigor, valentía o agresividad, por ejemplo, en la política o los deportes.” En el clima de
hoy, en que el pie del opresor aplasta con fuerza
los cuellos de los oprimidos, hemos descubierto
guerreros comunitarios: son los que se arriesgan
al abogar con su arte por el pueblo, la cultura, la
comunidad y el país. Algunos de los guerreros
más temidos de este mundo no fueron persas, zulús, espartanos ni apaches, sino poetas y músicos.
Me senté a entrevistar a los guerreros David “D.
Omni” Escalona y Raudel “Escuadrón Patriota”
Collazo en un asado por la tarde en casa de la
amable anfitriona Kenya C. Dworkin, quien también sirvió de intérprete. Ambos artistas tienen
raíces muy profundas en su compromiso con la
reunificación de los cubanos y comparten un intenso amor por su gente y país, lo cual se aprecia
muy bien en la música de cada uno. D. Omni crea
desde un espacio espiritual y acogedor tan sagrado como leer un poema rumi; Escuadrón Patriota tiene toda la potencia de los raperos
estadounidenses Public Enemy o NWA. Sin embargo, ambos artistas con la unificación del país
y el pueblo de Cuba.
David “D. Omni” Escalona
David Escalona se presenta como músico con el
nombre artístico David “D. Omni”. Le pregunté
sobre la voz espiritual en su música y cómo parecía que llegaba al alma, calmaba y llamaba a la
acción, todo a la vez. “Así como hay una demanda
mercantil, también hay una demanda espiritual y,
como ser humano, también exijo ciertas cosas de
mí mismo”, repuso David. Desde muy temprana
edad empezó a sentir que la vida ofrecía algo más
que no encontraba en la escuela.
Tras abandonar los estudios a los 16 años, se enfrascó con las grandes religiones mundiales en
busca de paz. “Sentí un deseo de abandonar las
cosas. Quería estar en un lugar donde no hubiera
política ni retórica social”. Su camino hacia el
descubrimiento de esta paz lo llevó a explorar el
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budismo, la cristiandad, el Islam, Hare Krishna,
el judaísmo y hasta la francmasonería.
“Empecé a conocer a otra gente que también se
preocupaba por su estado espiritual. Nos reuníamos y dialogábamos”. Esa gente eran poetas y
músicos. Como joven artista emergente, David
creaba videos y se empeñaba en otras diversas
formas de arte con ánimo de abrirse un espacio
dentro de esta nueva comunidad. Ahora tiene 30
años y admite que no ha encontrado la paz, pero
que ha madurado por medio de la comprensión.
“El entender no es sólo por medio de la palabra
escrita. No es lo mismo hablar del amor que sentir
el amor. No es lo mismo hablar de la paz que estar
en paz”.
David está tratando de encontrar un estado de
ánimo, un estado de ser —mucho más allá de la
letra de las canciones— que pueda sentir en su
corazón. Durante su presentación en City of
Asylum, el público estuvo inmerso en los movimientos horizontales y verticales de su voz y
cuerpo, que me hicieron pensar en los derviches
sufíes que usan sus giros corporales como una
forma de meditación activa diseñada para alcanzar la perfección. David afirma que está tratando
de encontrar una paz perfecta; el sufí busca la paz
al abandonar los deseos personales, escuchar música, enfocarse en Dios y girar el cuerpo como
movimiento simbólico del sistema cósmico alrededor del sol. No comprendí todas sus letras, pero
sí la música y el movimiento, que fueron contagiosos y quise lanzarme de mi asiento a dar vueltas y vueltas hasta encontrar mi propia paz.
David me dijo que no era político, sino artista. No
está dirigiendo ningún tipo de movimiento político. El mensaje de sus canciones puede tener algún enfoque político, pero es ante todo un artista
igual que otros. Lo que tienen las letras de sus
canciones es que comunican qué está pasando en
su vida diaria. “Yo mismo tengo el mismo problema que los demás. El hecho que se me permita
viajar no significa que vivo mejor en Cuba. Sufro
lo mismo que los demás. Esa es mi realidad”.
David ha sido perseguido por y tenido muchos encontronazos con la policía. Le gusta empoderar a
su comunidad por medio de la música y asevera