Identidades Numero 4, Diciembre 2014 | Page 60

el tipo de sociedad civil que falta en muchas nacientes democracias. Cultivarla desde el comienzo es asegurarla al final. La conexión con Pittsburgh es doble. Durante los últimos diez años, la ciudad ha adoptado prácticas deliberativas de una manera u otra. Ha involucrado a grupos de fuera, como AmericaSpeaks y EveryDay Democracy, así como a centros locales como el Programa de Democracia Deliberativa de Carnegie Mellon University. En 2013, hubo una serie de talleres y eventos artísticos para la delegación cubana que nos visitó, cuyos miembros querían establecer una línea de comunicación entre quienes trabajan para que Cuba sea más democrática y quienes, aquí en Pittsburg, trabajan para que la democracia sea más deliberativa. Juan Antonio Alvarado, que ahora edita la revista IDENTIDADES, y Kenya Dworkin, de Carnegie Mellon University, quien ha reconocido desde hace décadas la conexión entre Pittsburgh y la comunidad cubana, fueron instrumentales en juntar a estos dos grupos. Las conexiones continuaron este año con una segunda visita y la publicación, por Cuesta Morúa, 60 del artículo “Debate Constitucional y Ciudadanos” en la revista IDENTIDADES. No hay duda de que estos cubanos entienden bien y así mismo lo entiende el alcalde Peduto, que ha respaldado la recomendación de que Pittsburgh se convierta en un centro de democracia deliberativa. Todos han seguido sus palabras con acciones: talleres y mesas redondas comunitarias en Cuba, y foros deliberativos en las reuniones y discusiones del Consejo de Salud Pública en Pittsburgh, que incluyeron a ciudadanos en el proceso para seleccionar a un nuevo Jefe de Policía. Benjamin Barber escribió hace poco que la disfunción que vemos en nuestra democracia a nivel nacional y hasta estatal nos ha hecho volver a las ciudades, donde la toma de decisiones necesita volverse realista y la verdadera participación ciudadana puede marcar la diferencia. Por medio de foros deliberativos, herramientas en línea como MindMixer y Next Door, y presupuestos participativos, Pittsburgh puede servir de modelo a otras ciudades y hasta a otros países. Como Cuba. .